Si el miedo la llamase por teléfono, ella le diría. “Ahora no puedo. Mas tarde si quieres hablamos”. Porq ue no hay hueco para el miedo en la vida de Lydia Valentín. Sus 6 horas diarias de entrenamiento solo confirman que esa forma de posponer el miedo le han llevado a ser 4 veces campeona de Europa. Acaba de llegar de Bucarest, y descansa solo unos días, para seguir defendiendo el juego limpio en la halterofilia.

“Poner un kilo más en la barra es mucho tiempo de entrenamiento extra”, pero Lydia no ha llegado a su límite. Es eso sí, la mejor marca del deporte limpio, porque las cifras de sus compañeras dopadas, ya no cuentan. “No considero sus récords reales, y el próximo año se cambiarán las categorías de peso, porque eran récords de mentira.”

Entrena 6 horas al día, y hace de todo. Movimientos olímpicos con pesas, y un ejercicio que le permita mantener su peso, y “no puedo adelgazar ni engordar porque no entraría en mi categoría”. Lo que más sufre es la rodilla, pero “no es un deporte lesivo, porque no hay impactos”. Pero es deporte de élite, y Lydia trabaja cada día al 200%.

“La arrancada es el ejercicio más técnico y el dos tiempos requiere más fuerza”. Probablemente la mejor baza para ser la mejor, tenga una metáfora con su deporte. Una arrancada para decidir ser la mejor, y dos tiempos, para tomarse un poco de tiempo... y serlo.