El pasado día 5, agentes de la Policía Nacional detenían en Leganés (Madrid) al  “Mexicano”,cabecilla de la Mara 18, en la que lleva desde los 9 años, una de las bandas más peligrosas a nivel internacional.  “Tenía el encargo de asentar la actividad de esta banda en España y prolongar así los tentáculos de la organización”, ha explicado Álvaro, miembro de la Comisaría general de Información y experto en Maras en 'Herrera en COPE'.

La Mara 18 es una organización criminal de naturaleza transnacional, cuyas principales vías de financiación son las extorsiones, definidas como “el impuesto de la guerra” -que consiste en exigir rentas semanales a empresarios y comerciantes-, el tráfico de estupefacientes, los secuestros exprés, el tráfico de armas, el robo de vehículos, la ocupación de inmuebles para su posterior alquiler a otras personas y el pago de las cuotas fijadas a sus miembros. “La Mara se comería a cualquier otra banda. Están locos perdidos, y sus soldados -homies- están preparados para morir. Saben que van a vivir más tiempo en la cárcel que en la calle y no les preocupa”, advierte el experto. Como dato, apunta que “en Honduras esta organización desde enero hasta ahora lleva 3000 muertos”.


¿Su presencia en España es para alarmarnos? “De momento no. Estamos atajándolo en el primer momento, con el fin de evitar males mayores. Estamos encima de ellos desde que pisan territorio español”, explica el experto en COPE, quien reconoce que la normativa española es deficiente a la hora de contener a estas bandas en su fase incial. “Los jueces no tienen instrumentos suficientes para facilitar la intervención telefónica o la entrada y registro de una vivienda. Ahora jugamos a detenerlos en un momento que no tengan papeles para enviarlos de vuelta a su país. Su misión es estar en España el mayor tiempo posible para conseguir la documentación española”.

Según explica la policía en su página web Las Maras surgen en los años 80 en Estados Unidos como consecuencia de los conflictos generados por marginación, los problemas familiares y la delincuencia común hicieron que muchos jóvenes latinos en un país desconocido. Aunque los primeros integrantes de las Maras eran procedentes de El Salvador, en la actualidad se han extendido a países como El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Ecuador, Perú o Colombia. En Europa advierte el experto "están en fase embrionaria". "Llegan con un perfil de delincuencia muy bajo para pasar desapercibidos hasta que estén instalados", insiste.

Actualmente las maras se organizan en un sistema de células territoriales llamadas “clicas”, que son agrupaciones de jóvenes de entre 25 y 50 miembros, que hacen del delito su medio de vida.

PINCHA AQUÍ para escuchar la entrevista completa en 'Herrera en COPE'