El delegado de la Generalitad en Bruselas, Amadeu Altafaj, ha acatado su cese, producido el pasado viernes en aplicación de las medidas del artículo 155, y se ha despedido a través de una carta en la que asegura que se trata de un "momento triste" y una "hora difícil".

En esta misiva, avanzada por el diario Ara, Altafaj se muestra convencido de que los sucesores en su tarea lo harán con la misma "dedicación, lealtad y pasión" y al servicio de un país con una administración y unos equipos que no tiene "nada que envidiar" a muchos Estados miembros de la Unión.

Destaca que durante estos casi tres años, desde su nombramiento en enero de 2015, ha realizado su labor "con lealtad" y apelando al "diálogo político" basado en el respeto y en el entendimiento para buscar soluciones, e insiste en que también Europa debe contribuir siempre a "encontrar soluciones y fomentar el diálogo".

Por eso, se dirige a los "muchos catalanes" que puedan sentirse "decepcionados" por la UE, a los que dice que es necesario reivindicar una Europa diferente "donde los ciudadanos y las naciones sean protagonistas, no actores secundarios".

"Europa es nuestra, Europa somos nosotros también, los 7,5 millones de catalanes. Y por eso hemos de reivindicar con firmeza la Europa que queremos".

También pone en valor el trabajo realizado en los últimos años para participar en los debates "más importantes" de la UE, como la crisis de los refugiados y el futuro de la Política Europea de Vecindad, defendiendo la posición de la Generalitad y siendo incluso "ejemplo de buenas prácticas".