Ignacio Bravo tiene ocho años, es de Toledo y es “un niño estupendo y muy amigo de sus amigos”, según ha relatado su padre Carlos. Ambos han viajado a Kuala Lumpur, capital de Malasia, para participar en el campeonato mundial de cálculo mental. Nacho ha ganado, y además afirma que pretende “ganar más años”.

“Todavía no tengo claro lo que quiero ser de mayor.”

El pequeño campeón ha contado en 'Herrera en COPE' su experiencia en esta aventura y cuenta diferentes anécdotas: “me tocaron todo chinos, no pude hablar con ellos y me aburrí”.

Al parecer, a pesar de haber sido campeón del mundo y subcampeón de España de cálculo mental, sigue sin saber si prefiere ciencias o letras: “Todavía no tengo claro lo que quiero ser de mayor”.

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“Quiero volver a intentarlo porque se me está dando bastante bien, quiero vivir el momento”, ha afirmado Ignacio, aunque este verano va a “seguir practicando y bañarme en la piscina”.

Su padre, Carlos, ha relatado que a Nacho “le encanta jugar y ayudar a sus compañeros. Igual que le gusta la esgrima, le gusta también el cálculo”.

Su padre también ha detallado para la Cadena COPE cómo son los problemas que resuelve su hijo: “Los cálculos van aumentando según el nivel, trabajan con ábaco japones, sumas conllevadas, restas... Ahora ha ganado en el nivel 5, que suman con centenas y multiplicaciones y divisiones un poco más complicadas”.

“Lo que más le gustó fue que le dieran una copa"

Además el padre de Nacho asegura que “lo que más le gustó fue que le dieran una copa. Así que decidió practicar para ganar el año siguiente. Él dice que compite consigo mismo y que tiene que superarse”.