Con tal de guardar secretos, el ingenio humano ha desarrollado la criptografía. Mensajes ocultos que enviaron reyes, nobles, diplomáticos, magos, alquimistas, amantes... De todo ello nos habla en Herrera en COPE el profesor Carlos Taranilla en 'Criptografía. Los lenguajes secretos a lo largo de la Historia'.

Afirma Taranilla que “cualquier persona se sorprendería de saber que la combinación de las letras de su propio nombre y apellidos, puede llegar a ofrecer cuatrillones de posibilidades de ser cifradas”, es decir, de escribirse de manera oculta. Leonardo Da Vinci escribía al revés, el Cardenal Richelie repartía el texto de sus cartas para encerrar un mensaje, María Antonieta utilizaba como clave la página de un libro, y así, innumerables personajes de la historia.

Transposición, sustitución, códigos, símbolos... todo mucho antes de que los ordenadores hicieran historia en el mundo de las comunicaciones cifradas. Dice Taranilla que “el único peligro es que caiga en manos del enemigo”. La ventaja absoluta es que “nos sirve para ejercitar la mente.”