El finlandés Valtteri Bottas marcó este viernes el mejor tiempo de la jornada de ensayos libres para el Gran Premio de Italia, el decimotercero del Mundial de Fórmula Uno, en la que su Mercedes y el del inglés Lewis Hamilton se clasificaron por delante de los Ferrari en el mítico circuito de Monza, templo de la velocidad en el que la 'Scuderia' juega en casa.

En su mejor vuelta del día, Bottas cubrió los 5.793 metros del circuito italiano (al que el domingo está previsto dar 53 vueltas) en un minuto, 21 segundos y 406 milésimas, sólo 56 menos que el triple campeón mundial inglés, que viene de ganar el pasado domingo en Bélgica, donde igualó el récord histórico de 'poles' (68) del alemán Michael Schumacher -convaleciente aún del grave accidente de esquí que sufrió hace casi cuatro años en Meribel (Francia)-.

Una plusmarca que podría mejorar este mismo sábado, en 'territorio Ferrari', donde la 'Scuderia' logró su última victoria en 2010 gracias al doble campeón mundial español Fernando Alonso (2005 y 2006, con Renault), que afronta un tercer año seguido de penurias en McLaren-Honda; y que en Italia, donde marcó el octavo tiempo de la jornada, saldrá desde el fondo de la parrilla, con 35 puestos de sanción al haber cambiado de nuevo el motor de su coche.

Mercedes dominó, pero Ferrari redujo notablemente las diferencias en el entrenamiento vespertino.

Vettel, cuádruple campeón mundial (2010-13, con Red Bull), y Kimi, último ganador del título para los de Maranello, hace diez años -en su primer periplo de rojo- se habían quedado a algo más de un segundo y una décima de los 1:21.537 con los que Hamilton dominó la primera sesión, también con el más blando de los compuestos. Con el que había mejorado cuatro décimas a Bottas, con 179 puntos, tercero en el Mundial, a 41 puntos del líder.

A bordo de su 'flecha de plata' el finés marcó por la tarde el mejor tiempo global, pero esta vez Vettel se quedó a menos de décima y media; y Raikkonen -que seguirá un año más de rojo-, a cuatro.

En una jornada en la que al final de la primera sesión llovió; y al final de la segunda se decretó 'safety car' virtual, para retirar el Haas del danés Kevin Magnussen de una pista de curvas de alta velocidad y largas rectas, en la que, en condiciones normales, se pisa a fondo el acelerador durante el 75 por ciento de la misma.

En la que el motor y la aerodinámica marcan diferencias; y en la que de entre los presentes sólo han vencido los dos favoritos (tres veces) y Alonso (dos).

El español sufre en McLaren-Honda, escudería histórica hipotecada de nuevo por un motor nada competitivo. Del que durante los ensayos Alonso volvió a advertir de que no tenía potencia, antes de acabar satisfecho con el octavo tiempo, uno por detrás de su colega Stoffel Vandoorne, al que ayudará en la calificación de este sábado, devolviéndole el rebufo que el belga le prestó en Spa-Francorchamps.

En espera de deshojar su futuro, Alonso parecía optimista tras los ensayos, en los que el mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Force India), advertido por sus jefes, al igual que su compañero francés Esteban Ocon, de que a partir de ahora habrá instrucciones claras y quien no las siga sufrirá las consecuencias, marcó el decimocuarto tiempo.

Por la tarde fue decimocuarto, cinco puestos detrás de Ocon y a dos segundos de Bottas.

Sin que haya trascendido a qué fueron, lo cierto es que en el 'motorhome' de McLaren estuvieron este viernes el inglés Ross Brawn, responsable técnico de la F1, así como los principales responsables de Renault -los franceses Jérôme Stoll, presidente de la compañía, Alain Prost, consejero, y Ciryl Abitelbou, director deportivo-. Que presuntamente se habrían reunido con los mandatarios de McLaren, el estadounidense Zak Brown y el galo Eric Boullier. Algo que, en época de rumores, dará pie a reforzar algunos de ellos.

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El otro español, Carlos Sainz (Toro Rosso), que este viernes cumplió 23, calificó como "complicada" la jornada de su cumpleaños, en la que, a mitad de los primeros libres, rompió un motor que ya llegó tocado y que reemplazará, por lo que perderá diez puestos en parrilla; y no pudo hacer simulación de carrera.

Sainz, décimo por la mañana y undécimo en la sesión vespertina -a un segundo y siete décimas de Bottas-, tampoco estará muy preocupado por la calificación, que disputará con un coche adaptado con miras a la carrera del domingo.

En la que también perderán puestos en parrilla los dos pilotos de Red Bull, que invirtieron puestos en el segundo entrenamiento, en el que el holandés Max Verstappen fue quinto, a un segundo del mejor crono del día; y el australiano Daniel Ricciardo -ganador en Baku y que viene de ser tercero en Bélgica-, sexto, a un segundo y tres décimas.

Asimismo por modificaciones y cambios en sus unidades de potencia, el piloto de Perth perderá veinte posiciones en parrilla; su joven compañero europeo, quince. Así que, aparte de en los puestos delanteros, la salida de la carrera, con un grupo en el que se medirán Alonso, Sainz, Verstappen y Ricciardo, también promete emoción en las plazas traseras.