En torno a 2004-2005 saltó a la opinión pública la historia de un médico, Luis Montes, que en paz descanse, que en el Hospital Severio Ochoa de Leganés estaba haciendo unas prácticas que alguien denunció. Lo denunciaron las víctimas, pacientes que habían acudido a las urgencias del hospital y que habían sido sedadas. 

Algunas escaparon y sobrevivieron. Pero otra, sin mediar permiso ni del paciente ni de sus parientes, fueron sedadas y murieron. 

A raíz de investigaciones del Partido Popular y de investigaciones sanitarias se estableció que en cuatro casos de todos los que se pudieron examinar, la sedación había sido contraindicada. La dolencia del paciente se vio agravada por la sedación y lo llevó a la muerte. No se puedo determinar si fue la propia dolencia o si fue la sedación. 

Ni de esos cuatro pacientes ni del resto se pudieron examinar los cadáveres porque todos habían sido incinerados. 

Lo que realmente era una defensa de derechos humanos simple, se convirtió en un debate sobre la eutanaisa, y Luis Montes en una bandera. Denunció a los periodistas que dimos voz a las víctimas y le ganamos en los tribunales, todas las veces. 

Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado dedicar una calle al doctor Luis Montes, exjefe de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, denunciado por varias víctimas de aplicar sedaciones en dosis elevadas a enfermos que llegaban a Urgencias. 

Este sábado, en 'Fin de Semana', Antonia Moral, presidenta de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (AVINESA), se ha preguntado que "¿qué ha hecho este señor por la Sanidad? ¿Inventó el sedadero?". "Me parece una vergüenza", es la conclusión que saca Antonia Moral de esta decisión del consistorio madrileño.

Moral ha recordado en los micrófonos de COPE varios casos de pacientes que fallecieron a causa de las sedaciones, como el del padre de Fabiola Pestaña,que ingresó con un problema pulmonar. "Ella había ido más veces con el padre, que iba a que le pusieran oxígeno". Y cuando ese día llegó al hospital después de que la avisaran, "está muerto el señor, lo habían sedado sin permiso de la familia".

Para Moral, la muerte digna, de la cual Montes cogió la bandera, "es despedirte de tu familia, y sobre todo querer morirte". "Es morir en paliativos, en una cama", pero no en "un sedadero". "Eso es una indecencia". Ese 'sedadero' que inventó el doctor Montes era conocido en el Severo Ochoa como "el sendero luminoso", recuerda Moral.