El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la condena a la pareja que asesinó a un bebé de 20 meses que falleció con signos de maltrato por asesinato, aunque ha rebajado la pena de prisión para ella de 20 años -condena impuesto al hombre- a 15 años.

En la sentencia, la Sala Civil y Penal del TSJM desestima los recursos de apelación presentados por Katherine Amelia y Jhon Fredy contra la sentencia del pasado 3 de noviembre de la Sección 30 de la Audiencia de Madrid que les considera responsables de la muerte en mayo de 2016 del hijo biológico de ella.

Y aunque mantiene los 20 años de condena para el hombre, -autor material de las lesiones que costaron la vida al menor- la Sala rebaja la pena de prisión para la mujer de 20 a 15 años al revocar la agravante de parentesco.

Al respecto, la Sala entiende que al tratarse de un asesinato por comisión por omisión, no es posible derivar de la misma infracción de deberes parentales una circunstancia modificativa de la responsabilidad de naturaleza agravatoria.

La sentencia no es firme y contra la misma cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

Se da la circunstancia de que este caso fue el primero en la Comunidad de Madrid en el que la Fiscalía solicitó la pena de prisión permanente revisable, aunque en sus conclusiones finales pidió que se les condenara a un total de 23 años

El Ministerio Público cambió su criterio con base en la falta de jurisprudencia sobre esta figura penal, aprobada en el Código Penal tras su reforma de 2015 y a la que solo se ha condenado en España al gallego David Oubel, que confesó haber asesinado a sus dos hijas.

La resolución considera probado que el menor falleció como consecuencia de las lesiones provocadas por Jhon Fredy ante la pasividad consciente de ella, que no hizo nada por evitar el maltrato, ni actuó tras haberse producido éste, y no le procuró la debida atención médica, tardando un tiempo vital en llevarlo al hospital pese a ser consciente del peligro para la vida del bebé.

De esta forma, los magistrados avalan la decisión de la Audiencia Provincial al entender que el menor no sólo estaba indefenso con respecto al autor material cuando fue agredido, sino también respecto a ella.

La indefensión, aclaran los jueces, proviene de la situación de desvalimiento del bebé como consecuencia directa de su corta edad, circunstancia que abarca no solo la acción sino la comisión por omisión, en la que también es aplicable la alevosía y, por tanto, el asesinato.

En la vista oral, Katherine defendió en su alegato final que se sentía "muy culpable" por lo que le sucedió a su hijo pero que ella "no lo hizo" y que solo pide que aquél que "pusiera enfermo" al pequeño "lo pague"; mientras que Jhon manifestó que sentía lo que le pasó al bebé, pero que él no tiene "sangre para hacer eso a un niño".