El Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) ha dado por finalizado hoy el operativo permanente de rastreo de la mujer desaparecida en Santa María del Mar, en Castrillón (Asturias), el pasado 1 de marzo, labores que retomará el próximo día 31 coincidiendo con una bajamar de coeficiente importante.

En la jornada de hoy, y coincidiendo con la bajamar como en días anteriores, uno de sus helicópteros ha realizado un rastreo desde el Faro de Luces, en Colunga, hasta la desembocadura del Nalón para revisar de forma conjunta toda la costa con el objetivo de localizar tanto a la mujer desaparecida en Castrillón como a la que fue vista por última vez en Gijón el pasado 2 de marzo.

A partir de ahora el SEPA se mantendrá a la espera de cualquier novedad que se derive de las investigaciones de la Guardia Civil o de cualquier otro hallazgo.

Por su parte, el operativo de búsqueda de la desaparecida en Gijón, coordinado por la Policía Nacional, está compuesto hoy por unos 35 efectivos con el apoyo de una lancha y de un helicóptero.

Fuentes de la Comisaría de Gijón han apuntado que es posible que el operativo se reduzca en los próximos días en función de la meteorología, "que no está ayudando".

No obstante, también está previsto que el operativo centre sus esfuerzos en los días de mayores mareas bajas, como la prevista para el 31 de marzo.

Lorena Torre, de 40 años, desapareció el pasado 1 de marzo por la noche en Gijón y su coche apareció aparcado en las proximidades de la playa de El Rinconín y, según la Policía Nacional, vestía un plumífero verde, pantalón vaquero y botas.

Un día después se produjo la desaparición de Concepción Barbeira, de 46 años, 1,60 de altura y complexión delgada, tras salir de su casa en San Adriano (Castrillón) para dirigirse a su trabajo en el hospital San Agustín de Avilés, al que no llegó a incorporarse.

Su vehículo fue localizado horas después de que se denunciase la desaparición con las puertas abiertas y el bolso en su interior en la localidad de Santa María del Mar, en Castrillón.

Estas desapariciones, según los investigadores, no están relacionadas entre sí, y tampoco con la muerte de Paz Fernández, la gijonesa de 43 años cuyo cadáver fue hallado con signos de violencia el día 6 en el embalse de Arbón, un crimen por el que permanece en prisión preventiva un hombre que era conocido de la víctima.