El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido hoy al PP que no genere alarma sobre el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco y ha recordado que fue un ministro del Interior del PP quien dijo que, una vez disuelta la banda terrorista, no tendría sentido la política de dispersión.

Grande-Marlaska, en la primera sesión de control al nuevo Gobierno en el Senado, ha respondido así al senador del PP José Pérez Lapazarán, quien ha mostrado su preocupación por que el Gobierno vaya a acceder a ese acercamiento "como consecuencia de las concesiones a los nacionalistas vascos" a cambio de su apoyo a la moción de censura.

El senador ha asegurado que con el Gobierno del PP no se acercaron presos ni se tuvo la tentación de negociar con ETA, lo que ha provocado las protestas de la bancada socialista y la respuesta del ministro.

En concreto, sin citar nombres, ha dicho que un ministro del PP fue el que más presos acercó a Euskadi y que otro del mismo partido fue el que defendió que, si ETA se disolvía, no tendría sentido mantener la dispersión.

Grande-Marlaska ha preferido no mencionar a esos ministros, pero el mensaje sobre el fin de la dispersión fue repetido por Jorge Fernández Díaz cuando fue ministro en la primera legislatura de Mariano Rajoy.

El actual ministro del Interior, que ha negado ninguna "componenda" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por respeto al Estado de Derecho y por respeto a las víctimas, ha insistido en que la respuesta será la aplicación del principio de legalidad de acuerdo con la Constitución, que determina que el objetivo de la política penitenciaria es la reinserción.

Ha subrayado que se dará un tratamiento individualizado a cada caso y ha garantizado que no orillará la ley, pero tampoco a las víctimas del terrorismo.