La familia de las víctimas del doble crimen de Almonte, en el que perdieron la vida una niña de 8 años y su padre en abril del 2013, ha remarcado hoy la necesidad dentro del marco social de que existan asociaciones como Clara Campoamor por "su impecable función de velar por la defensa de las víctimas".

En un comunicado, esta familia se ha hecho eco de la personación de la asociación en el caso del niño Gabriel de Almería y la decisión de su familia de recurrir la misma por desconocer "cuáles son sus intenciones", y respetando esta decisión ha mostrado "su más firme y absoluto apoyo a la labor que ejerce esta organización en defensa de los derechos de los menores".

"Para nosotros, el único interés que mueve a este colectivo presidido por Blanca Estrella Ruiz, no es otro que el de defender los derechos de las víctimas", han apuntado.

En su caso, han señalado, lamentan que por circunstancias de desconocimiento "no se hubiese personado junto a las acusaciones particulares que ejercíamos y a la del Ministerio Fiscal, porque no contemplamos ningún inconveniente en ello".

Al revés, "es de agradecer que exista una organización social que vele por la defensa de los ciudadanos víctimas, sobre todo, en aquellos casos en los que por motivos diversos, no tuvieran capacidad para ejercer la acusación".

La postura que la Asociación Clara Campoamor ha mostrado en su caso, han indicado, "ha sido la de estar al lado de las víctimas, al denunciar lo que veníamos reclamando de la Fiscalía de Huelva, coherencia en su proceder en nuestra causa al retirarse a última hora en el recurso de casación ante el Tribunal Supremo, cuando dicha fiscalía se había mantenido siempre firme en su acusación".

Ante ello, la Asociación Clara Campoamor, mediante la figura de su presidenta, "no ha dudado ni un ápice en evidenciar su firme apoyo a esta familia para que nuestra queja se hiciera oír y para nada ha sacado provecho de ello ni ha supuesto una invasión de nuestros derechos, sino que ha actuado conforme a sus objetivos: defender y velar por los derechos de las víctimas".

Entienden que el cometido de la asociación "nunca puede ser criticable, más aun cuando, tras una dilatada trayectoria, esta entidad solo ha actuado bajo criterios de compromiso y responsabilidad social, en este caso, mediante la protección de las víctimas".