El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a España por los malos tratos que sufrieron dos etarras durante su arresto y detención. Se trata de Igor Portu y Martín Sarasola, ambos responsables del atentado de la T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas y que dejó dos muertos el 30 de diciembre de 2006. El fallo concluye que hubo malos tratos y además que estos malo tratos no fueron investigados correctamente como recoge el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Cuatro de los siete jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos han votado a favor de que el Estado indemnice a los terroristas con 30.000 y 20.000 euros respectivamente. Ambos terroristas, por cierto, cumplen condena en la actualidad en las prisiones de Córdoba y Jaén. Según la investigación, sufrieron patadas y golpes por parte de agentes de la Guardia Civil durante su traslado al cuartel de Intxaurrondo pocas horas después de su detención.

La Audiencia Provincial de Guipúzcoa condenó en 2010 a cuatro agentes de la Guardia Civil a diferentes penas "por delitos de torturas graves", una sentencia que el Tribunal Supremo anuló un año después. España ha sido condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos once veces por casos de malos tratos, nueve de ellos relacionados con miembros de la banda terrorista ETA.

LAS VÍCTIMAS SE QUEDARÁN CON EL DINERO 

Los etarras no llegarán a cobrar ese dinero con toda probabilidad, ya que fueron condenados a abonar más de 46 millones de euros en indemnizaciones. La Justicia, como ha sucedido en otras ocasiones, bloqueará previsiblemente la indemnización impuesta a España para restarla de la deuda que tienen contraída con las víctimas y la administración por daños personales y materiales.