La Policía Foral y los Mossos d'Esquadra han llevado a cabo una operación conjunta en la que han desarticulado una organización criminal con la detención de cinco personas y el esclarecimiento de 22 robos de dinero y joyas en viviendas de Navarra, Cataluña y Aragón.

La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones, ya que han sido identificados otros seis miembros de la banda y se han introducido señalamientos internacionales de búsqueda y captura.

Los arrestados, ya en prisión, según la información ofrecida hoy por la Policía Foral, son dos hombres de 23 y 49 años de nacionalidad albanesa y considerados los jefes de la banda, y tres rumanos que se encargaban al parecer de vender los objetos robados.

La "operación Okram" se inició en febrero cuando mossos de la División de Investigación Criminal (DIC) detectaron en Lleida varios robos con idéntico "modus operandi".

En todos los casos los ladrones elegían casas aisladas y en urbanizaciones próximas a vías interurbanas rápidas y, tras una vigilancia, de tarde o noche escalaban las vallas perimetrales de los inmuebles y forzaban puertas o ventanas para acceder al interior de donde se llevaban principalmente dinero y joyas.

La Policía Foral precisa que el líder del grupo, con antecedentes por hechos similares, reclutó después de salir de prisión a compatriotas que formaron tres células para llevar a cabo los robos.

Y añade que él se ocupaba de proporcionar alojamiento y vehículos, a la vez que marcaba las zonas donde cometer los delitos y participar en los perpetrados en Navarra.

Con la información conseguida en esta primera fase se supo que la organización daba salida al material sustraído a través de un segundo grupo de nacionalidad rumana, que desde Barcelona enviaban la mercancía a su país para su venta.

Así el pasado 30 de mayo se estableció un dispositivo policial conjunto que permitió detener a los presuntos tres receptadores e intervenir en su domicilio once teléfonos móviles de última generación, ocho relojes de gama alta, valorados en 50.000 euros y más de 15.000 euros en efectivo.

Este material se suma a los diamantes y relojes valorados en 96.000 euros que policías forales y mossos ya habían intervenido a lo largo de la investigación.