Un tribunal ha impuesto dos años de prisión a un hombre por saquear la cuenta bancaria y dispensar un trato inhumano y degradante a una enferma de esclerosis que tenía bajo su cuidado en una especie de residencia ilegal en l'Alfàs del Pi (Alicante).

La sentencia, dictada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante, y a la que ha tenido hoy acceso Efe, declara al acusado, Marcus P.S., autor de un delito contra la integridad, otro continuado de estafa y un delito de coacciones.

Su mujer, Elvira S.A., ya aceptó la misma condena y por los mismos delitos en otro juicio celebrado por la misma sala el pasado mes de marzo.

En esa ocasión, el acusado, de nacionalidad británica, no asistió a la vista tras alegar problemas de salud y presentar unos informes médicos que certificaban que se encontraba hospitalizado en Alemania.

Tras ser dado de alta, Marcus P.S. compareció ante el tribunal el pasado 20 de abril y llegó con el fiscal al mismo acuerdo que su mujer, que incluye una rebaja de la condena y el pago de la indemnización a la heredera de la víctima.

Los hechos ocurrieron entre 2012 y 2014, en un chalé ubicado en el Camino de Aljub de l'Alfàs, donde el matrimonio encausado había montado una especie de geriátrico clandestino.

Según reveló la investigación, los acusados cuidaban a ancianos y enfermos extranjeros, sin familia cercana en España, en hospitales y clínicas privadas de la costa alicantina y, una vez que recibían el alta, les ofrecían vivir con ellos en su chalé.

Tras descubrirse el negocio ilegal, los servicios sociales cerraron las dependencias y trasladaron a los internos a residencias legales.

En este caso, la víctima, de 57 años, que ya ha fallecido, estaba aquejada de una esclerosis múltiple y una artrosis que le impedían caminar, y además tenía problemas de salud mental.

La Audiencia de Alicante ha declarado probado que los residentes estaban en condiciones "de total insalubridad y falta de higiene", aunque la víctima les pagara, sin contrato de alquiler, 1.400 euros mensuales por su estancia.

El acusado mantenía a la mujer dependiente enclaustrada en una habitación durante 20 horas al día para que no molestase y tenía retenida toda su documentación personal y su tarjeta de crédito.

Gracias a ello, el matrimonio sacó dinero de su cuenta corriente por un importe medio mensual de 1.400 euros, desde septiembre de 2013 a junio de 2014, hasta obtener 127.329 coronas noruegas, lo que equivale a unos 13.000 euros.