La Guardia Civil ha detenido a un empleado e investiga a otros dos de una explotación minera de Minas de Riotinto (Huelva) por los delitos de sustracción, tenencia, depósito y tráfico de explosivos.

La operación Antracita se inició en enero de este año tras la detección de actividades irregulares por parte de personal de la explotación minera, que tuvo conocimiento del uso de explosivos en la realización de unas obras particulares en una finca de Santa Ana la Real (Huelva), ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

En el transcurso de las investigaciones los agentes descubrieron que se habían sustraído explosivos de las actividades cotidianas de la mina.

En una finca propiedad del principal acusado se intervinieron 1.864 gramos de sustancia explosiva (pentrita y TNT), 23 detonadores y 530 metros de tubo de transmisión para voladuras.

Tras ser asegurado el material explosivo por personal del Grupo de Desactivación de Explosivos de la Comandancia de Huelva, fue puesto a disposición judicial y se procedió a la detención del principal acusado.

Según la Guardia Civil, con esta actuación se ha impedido que el explosivo incautado pudiera ser utilizado de forma irregular así como su posible desvío al mercado negro.

Las tres personas implicadas en estos hechos eran empleados de INSERSA, adjudicataria del contrato de perforación y voladura licitado por la propietaria de la mina de Riotinto.

Según ha informado la empresa en un comunicado, el detenido era la persona bajo cuya responsabilidad estaba la custodia de los explosivos.

INSERSA ha asegurado que colaborará con las autoridades competentes hasta "el total esclarecimiento de los hechos y las responsabilidades que se deriven de estos" y ha felicitado a la Guardia Civil por "una actuación impecable en materia tan sensible para la seguridad como es la relativa a los explosivos".

Ha anunciado que se personará como acusación particular en los próximos días ante el juzgado que investiga los hechos.