La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a cinco años de prisión a un hombre de 31 años, Jesús J.B., por disparar con un fusil de asalto marca Kalashnikov, desde un segundo piso, de madrugada, contra un taxi, la pared de un colegio y dos coches estacionados en la calle.

El encausado iba a ser juzgado hoy, aunque la conformidad alcanzada entre las partes ha hecho innecesario que continuara la vista oral, por lo que el magistrado presidente de la Sala ha adelantado el fallo de la sentencia.

En concreto, la resolución judicial impone a Jesús J.B. cinco años y un día de prisión por un delito de depósito de armas y munición de guerra y el pago de una multa de 2.190 euros -doce meses a razón de seis euros diarios- por un delito continuado de daños-, en este caso con la circunstancia atenuante de reparación del daño, debido a que ya abonó 2.650 euros.

Establece también la sentencia por el primer delito una circunstancia atenuante derivada de un informe forense, que acreditó un diagnóstico del acusado compatible con dependencia a sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, además de abuso y dependencia de cannabis y trastorno de ansiedad.

Los hechos ocurrieron sobre la 1.10 horas del 16 de febrero de 2017 en la calle Villabáñez de la capital vallisoletana, en el barrio de Los Pajarillos.

Según la acusación del fiscal, que en principio había reclamado una pena de ocho años de prisión, el encausado adquirió a una persona no identificada el fusil, fabricado en la extinta República Democrática de Alemania, y dos cargadores metálicos con 79 cartuchos metálicos completos sin percutir.

Jesús J.B. escondió el fusil, capacitado para disparar de forma automática y semiautomática, en un falso techo del descansillo de una segunda planta de un edificio de la calle Villabáñez, junto con los cartuchos, envueltos en calcetines, y los cargadores, y todo ello dentro de una bolsa de rafia de un supermercado.

Fue el 16 de febrero del año pasado cuando el supuesto autor, desde su domicilio ubicado en un segundo piso, efectuó dos disparos con el fusil de asalto a un taxi que en esos momentos giraba por la calle Cigüeña.

Los disparos impactaron en la puerta trasera, la rueda delantera izquierda y la rueda trasera derecha del coche, que además registró varios rebotes en la zona del maletero y en los bajos.

También hizo otros disparos con el fusil que alcanzaron la pared de un colegio y dos vehículos estacionados.

Antes de que el magistrado hiciera público el fallo de la sentencia, el fiscal ha planteado como cuestión previa la declaración de dos testigos, titulares de dos de los vehículos que sufrieron desperfectos, a efectos de concretar la responsabilidad civil.

Los dos han asegurado que no reclaman nada por los perjuicios en sus vehículos.