La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado hoy, tras la primera Junta de Seguridad Local con el nuevo gobierno catalán, un "plan de choque" para este verano en Barcelona, en el que "no habrá impunidad" con los hurtos, los narcopisos y la venta ambulante ilegal.

Colau ha dado a conocer este plan de choque en la rueda de prensa posterior a la primera Junta de Seguridad Local de Barcelona con el nuevo conseller de Interior, Miquel Buch, que ha destacado el compromiso de los Mossos d'Esquadra para "evitar un ataque terrorista", después de que el pasado verano las Ramblas fueron objeto de un atentado yihadista.

Ante los periodistas, Colau ha explicado que el consistorio ha iniciado un "plan de choque" para este verano, que consistirá en la incorporación de cien agentes de la Guardia Urbana a partir de julio, para luchar contra los delitos que más afectan a la capital catalana como son los hurtos, que han aumentado desde el 2017, así como para evitar la proliferación de narcopisos en el distrito de Ciutat Vella y la venta ambulante ilegal.

"No habrá ninguna impunidad con los hurtos ni con ningún delito en Barcelona", ha asegurado Colau, que posteriormente ha concretado que estos delitos son también el narcotráfico, por su vinculación con los narcopisos, y la venta ambulante ilegal.

Por su parte, el conseller de Interior ha afirmado que la alerta terrorista se encuentra en nivel cuatro sobre cinco, el mismo que el año anterior, y que aunque "el riesgo cero no existe, en Barcelona ni en ningún lugar", tanto los Mossos como la Guardia Urbana están trabajando "seria y firmemente para evitar un ataque terrorista".

Miquel Buch ha destacado que "a pesar de los efectos del artículo 155" de la Constitución, la colaboración entre ambos cuerpos policiales ha sido constante, ante lo que la alcaldesa ha señalado que este primer encuentro ha servido para "comparar datos y compartir diagnósticos y propuestas" para el buen funcionamiento de la seguridad, que está al margen "de los partidismos".