Policías nacionales que intervinieron en el dispositivo por los incidentes de la huelga general de 2012 en Logroño han dicho que había un grupo "organizado" de encapuchados que lanzó muchas piedras; mientras que varios testigos han dicho que los dos acusados de desórdenes públicos pidieron "calma".

En la segunda jornada del juicio que se desarrolla en el Juzgado Penal Uno de Logroño, el único que queda pendiente en España por los incidentes de esa huelga general, han declarado también peritos médicos, manifestantes y agentes que intervinieron en el operativo policial tras la manifestación del 14 de noviembre de 2012.

En esta causa, el fiscal y el abogado del Estado piden una pena total de seis años y nueve meses a Pablo Alberdi como presunto autor de los delitos de desórdenes públicos, atentado y lesiones a un agente; a Jorge Merino, dos años de prisión por desórdenes públicos, ambos miembros de la CNT; mientras que sus defensas reclaman la absolución.

En el juicio han declarado varios policías que intervinieron en el dispositivo tras la manifestación, en la zona frente al Palacio de Gobierno de La Rioja, donde han dicho que había un grupo "organizado" de un centenar de activistas, algunos encapuchados, que lanzaron objetos y piedras que cogían de una contenedor de obras.

Un agente ha dicho que vio que un manifestante "acometió" contra el jefe del dispositivo policial, por lo que le detuvieron y después hubo una carga disuasoria.

Otro policía ha recalcado que la integridad física de los agentes "corrió peligro en todo momento" por el lanzamiento de objetos y una compañera ha definido la escena como "una batalla campal".

En la vista ha declarado un perito que ha asegurado que "no están manipulados" los vídeos aportados a la causa por la defensa en la vista oral, a la que la acusación no ha incorporado grabaciones.

El entonces jefe superior de la Policía Nacional en La Rioja, Manuel Álvarez, ha aclarado que el que era en ese momento jefe de la brigada de Seguridad Ciudadana, Fernando Fernández Beneite, le dijo que se había realizado una grabación de los incidentes, pero se destruyó porque "era ineficaz desde la perspectiva policial".

Ha matizado que Fernández Beneite tenía "capacidad de destruir esas imágenes sin pedir permiso".

El responsable de la Jefatura Superior de Policía en La Rioja desde marzo de 2014, Pedro Luis Mélida, ha explicado que desconoce quién mandó destruir esas imágenes y que él no ha ordenado que se investigue ese asunto, ante lo que el letrado de Alberdi ha dicho que puede haber incurrido en un posible delito de desobediencia judicial.

Varios testigos que presenciaron la detención de Alberdi han relatado que este acusado pedía "calma" a los manifestantes y que su actitud ante la Policía fue "completamente pasiva y pacífica".

La detención de Alberdi supuso "un punto de inflexión muy claro", según otro testigo que grabó la escena, porque los manifestantes comenzaron a lanzar objetos a los policías, estos cargaron y la situación se puso "más tensa".

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Otro de los testigos ha indicado que Merino pidió "calma" a los congregados cuando pronunció un discurso por el megáfono, antes de irse a trabajar a las 21 horas. EFE.

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