El acusado por un delito continuado de estafa por la compra-venta de bitcoines (monedas virtuales o criptomonedas) ha alegado que el algoritmo que creó para calcular las operaciones estaba en "fase beta" o de prueba y así constaba en los contratos firmados con los clientes de su empresa.

Así lo ha manifestado hoy el acusado Aythami M.P ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid en la primera sesión del juicio, en el que se le acusa de un delito continuado de estafa por el que la Fiscalía pide una pena de 2 años y seis meses de prisión.

El procesado ha señalado que en el contrato que suscribió su empresa, Cloudtd Trading & Devs., solo garantizaba la devolución íntegra de la inversión de los clientes en caso de obtener beneficios, y además les advertía de la volatilidad y el alto riesgo de inversión en el mercado de las criptodivisas.

Según el relato del Ministerio Público, el acusado suscribió entre agosto de 2014 y octubre del mismo año un total de cinco contratos de compraventa de alta frecuencia en los que se comprometía a gestionar los bitcoines que le fueron entregados en depósito, reinvertir los dividendos y entregarlos al vencimiento del contrato con las ganancias obtenidas.

Sin embargo, el procesado jamás devolvió cantidad alguna por ningún concepto, pese a los múltiples requerimientos efectuados por las presuntas víctimas de su estafa.

A preguntas del fiscal, Aythami M.P ha reconocido que en el proceso de comercio de monedas virtuales se fueron perdiendo bitcoines hasta el punto en el que las comisiones por las operaciones era superior a lo que quedaba en la cuenta y, por tanto, fue "imposible" devolver el capital invertido.

En este sentido ha indicado que la pérdida de la inversión se pudo deber a la "volatilidad del mercado" y a que el algoritmo que empleó para la compra-venta de bitcoines no la "supo compensar".

Ha negado, a preguntas de la acusación, que dejara de contactar con los demandantes cuando empezaron a surgir "los problemas" y ha indicado que se comunicaba con ellos mediante el correo electrónico y videollamadas, aun no teniendo obligación, por contrato, de informar en caso de pérdidas.

Por su parte, los demandantes han señalado que asumieron las variables de riesgo que suponía firmar el contrato, pero no que el acusado "tuviese carta blanca" para apropiarse de los bitcoines que habían invertido.

Las víctimas han dicho que en el contrato el acusado se comprometía a informarles quincenalmente de las operaciones, algo que supuestamente solo ocurrió durante el primer mes para algunos clientes y en ningún momento para otros.

Asimismo, los clientes del procesado han señalado que la referencia a que el algoritmo de cálculo estuviese en "fase beta", es un "modo de protegerse" del acusado puesto que "que no vendía el programa, sino que lo utilizaba para las operaciones".