Este viernes entrará en vigor el nuevo reglamento general de datos de la UE, la General Data Protection Regulation (GDPR, siglas en inglés). Es decir, la nueva ley que rige qué pueden hacer con el mail y el nombre de usuario y el resto de datos que cedes para registrarte en un servicio on line. 

Esta normativa se aplicará obligatoriamente en todos los países de la UE, sustituyendo a las leyes al respecto que tenga cada uno. Se persigue proteger al usuario frente al mal uso de sus datos. Eran unas normas que no habían actualizado desde 1995.

Las multas por no respetar esta nueva legislación pueden ascender hasta los 20 millones de euros y las sanciones pueden suponer hasta el 4% de la factura anual mundial de una compañía. 

En 'La Tarde', la presidenta de la Asociación Española de Compliance (ASCOM), Sylvia Enseñat, ha explicado en qué consiste la función de los profesionales que se encargan dentro de las empresas de asegurar que se están cumpliendo las normas, entre ellas la de la protección de datos. En definitiva, qué son los compliance. 

Es una palabra de origen anglosajón, la traducción literal es cumplimiento, y es una función dentro de las empresas que lo que pretende es asegurar que se cumple con las normas y con los códigos éticos. 

Esto, según Enseñat, se hace "con el afán de protección de terceras partes, de los clientes, los proveedores, dentro de las actividades que se realizan en las empresas". 

A partir del viernes, explica la presidenta de ASCOM, "habrá empresas que estén mejor preparadas que otras", 

A su juicio, la que la GDPR "es una norma que es compleja", y "habrá empresas que se lo hayan tomado con tiempo desde hace dos años, que ya sabían que iba a entrar en vigor, pero habrá otras que lo han dejado para el último momento". 

En cuanto a la importancia de la figura del complaince, Enseñat explica que "para que los mecanismos de control funcionen, los administradores de la empresa tienen que creérselo" y de esa forma conseguir que su función sea "eficaz y efectiva". "Hay empresas que se lo creen", pero hay otras en las que "se ve como un coste, no se le ven los beneficios". 

Sobre las ventajas, Enseñat apunta que "las medidas de control hacen que el cliente sea más fiel con la empresa y que gane credibilidad". 

Y sostiene es en los "países más anglosajones donde la cultura de compliance está más asentada". "Estamos más acostumbrados a que nos legislen", frente al papel del compliance, que "es más dotarse uno mismo del autocontrol".