Carles Puigdemont y Marta Rovira, han liderado una marcha a la que, según la policía belga, asistieron unas 45.000 personas para reclamar la independencia de Cataluña y una Europa "de ciudadanos libres".

En la capital europea los dos grandes partidos separatistas cerraron filas y exhibieron unidad de acción, a pesar de que ERC no aceptó reeditar la coalición electoral con la lista de Puigdemont, y advirtieron contra las candidaturas del "tripartito del 155", en alusión a las formaciones constitucionalistas.

Puigdemont, que cerró el acto, tuvo que realizar un recorrido alternativo por seguridad y solo se sumó a la cabecera al término de la manifestación, a la que también acudieron otros políticos catalanes como el Artur Mas o el portavoz del Congreso de ERC, Gabriel Rufián, entre otros.

El expresidente de la Generalitat y los cuatro exconsellers en Bélgica, que también intervinieron en un acto en el que se escuchó el Himno de la Alegría, fueron recibidos entre gritos de "no estáis solos" por los participantes, que portaban chubasqueros, bufandas y gorros amarillos, el color elegido por los independentistas para pedir la libertad de los exmiembros del Govern que siguen encarcelados en una prisión de Madrid.

El exconsellers Toni Comín fue quien adoptó un tono más duro en su intervención al llamar "franquistas" al Gobierno de Mariano Rajoy.

Puigdemont y los cuatro exconsellers en Bruselas, cesados tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, están reclamados por la Justicia española por supuestos delitos de rebelión, sedición y malversación.