La mujer de Carles Puigdemont, Marcela Topor, no ha querido faltar este jueves a su cita con urnas. La pareja del expresidente de la Generalitat, huido en Bélgica, ha acudido sonriente al pabellón de la localidad gerundense de Sant Julià de Ramis a depositar su voto. Su marido, que pidió en los días previos a una joven que se iba a abstener que votara por él el 21-D, ha hecho acto de presencia a través de Twitter. «Hoy demostraremos de nuevo la fuerza de un pueblo irreductible. Que el espíritu del 1 de octubre nos guíe siempre», ha dicho Puigdemont justo cuando se abrían los colegios electorales. 

Avui demostrarem de nou la força d'un poble irreductible. Que l'esperit de l'#1oct ens guïi sempre #JuntsxCat #21D pic.twitter.com/tN6miNOIcS

— Carles Puigdemont �� (@KRLS) 21 de diciembre de 2017

Esta ha sido una larga jornada electoral. Pero aún más larga ha sido para Marta Pascal. La coordinadora general del PDeCAT, ha dejado este jueves en un segundo plano su faceta de dirigente de una formación política para centrarse en una actividad que le absorberá gran parte de las energías como es la de vocal de una mesa electoral en la ciudad de Vic (Barcelona). El azar ha hecho que Pascal sea una de las miles de personas que el sistema moviliza en todas las contiendas electorales para hacer posible la logística de las votaciones, y a primera hora de la mañana la dirigente de PDeCAT ya ha difundido una foto suya sentada frente a la mesa electoral que le ha correspondido. En concreto, Pascal ejerce de vocal en el punto de votación instalado en la Escola Estel, en la capital de Osona. En su cuenta de Twitter, la coordinadora general del partido de Carles Puigdemont ha pedido que "nadie se quede en casa", que "se llenen las urnas" y que "el 21D sea un día histórico para Cataluña".

Complint amb un deure democràtic! ������ que ningú es quedi a casa! Omplim les urnes i que el #21D sigui un dia històric per #Catalunya pic.twitter.com/9hHmXWAgJO

— Marta Pascal (@martapascal) 21 de diciembre de 2017

También ha votado esta mañana Artur Mas, que ha asegurado que "estas elecciones no tocaban", pero que las urnas están ahí y "esto que estamos viendo hoy tendría que ser lo normal" y no lo que pasó el 1 de octubre, que fue "totalmente anormal, con represión". El momento más tenso se ha vivido cuando uno de los votantes le ha llamado "sinvergüenza" y le ha dicho "mira donde nos has metido", a la vez que le ha recriminado que llevara el lazo amarillo en solidaridad con los presos soberanistas. En declaraciones a la prensa, Mas ha explicado que una persona se ha metido con él "de manera intolerante", y que las personas, a título individual, "podemos llevar el símbolo que queramos".

Quien no podrá acudir a votar será Junqueras, preso en la cárcel de Estremera. El exvicepresidente de la Generalitat ha querido mandar un mensaje a su esposa desde las redes sociales: «Hoy hace cuatro años que nos casamos. Cuatro años intensos pero de felicidad. Estoy convencido de que en breve saldré y os podré abrazar a los tres. Os quiero».

Estimada Neus,
Avui voldria ser amb tu i els nens amb més motius que mai, la casualitat ha volgut que avui faci quatre que ens vam casar. 4 anys intensos però quatre anys de felicitat. Estic convençut que en breu sortiré i us podré abraçar a tots tres! Us estimo!

— Oriol Junqueras ��️ (@junqueras) 21 de diciembre de 2017

Pese a ser un jueves laborable, muchos catalanes han acudido a las urnas a votar. Algunos, como este ciudadano, barretina en la cabeza y besando el sobre que contiene su voto

Los mensajes a favor de Junqueras y el resto de independentistas presos han sido una constante y han obligado en varias ocasiones a actuar. En varios colegios electorales han aparecido pisadas amarillas, el color que el secesionismo ha usado en esta campaña para solidarizarse con los dirigentes encarcelados.