La factura de la luz para un consumidor doméstico acogido a la tarifa eléctrica regulada ha bajado una media del 7,5 % en los dos primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2017, pese al ligero repunte de febrero, ha avanzado el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia.

Este descenso supone un ahorro de 11 euros para un hogar medio acogido al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), según el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

No obstante, la evolución ha sido distinta en cada uno de los meses, ya que la electricidad bajó sensiblemente en enero en términos interanuales, pero ha subido ligeramente en febrero, lo que ha encarecido la factura un 0,8 % respecto al mismo mes de 2017 (de 63,96 euros a 64,47).

Del mismo modo, el recibo de la luz ha subido en febrero respecto a enero, en concreto un 1,45 %, lo que supone en torno a un euro en la factura de la luz. La energía eléctrica es más cara en febrero por la menor aportación de las energías renovables. Aunque las lluvias han aumentado la participación de las centrales hidroeléctricas en la producción eléctrica, el viento ha soplado menos, según ha explicado Navia tras reunirse con los sindicatos de la minería del carbón. Además, la demanda de electricidad ha subido un 5 % en febrero respecto a enero por la ola de frío.

Este mayor consumo se ha producido en toda Europa, lo que ha encarecido algunas materias primas, en concreto el gas natural. No obstante, los precios máximos registrados en febrero en España -74 euros por megavatio hora- están claramente por debajo de los de otros países europeos. Los precios máximos han llegado a 79 euros por megavatio hora en Francia y a 159 euros en Alemania.