El IVA cambia en función del producto que se compre. No es lo mismo lo que se paga por una caja de ibuprofenos que por una botella de vino y eso que ambos productos los podemos necesitar el mismo día.

Bromas aparte, la Comisión Europea ha presentado una reforma sobre las normas del IVA para que los estados miembros tengan más libertad a la hora de fijar los tipos. Es importante recordar que en España hay un tipo estándar (situado en el 21 por ciento), otro reducido (10 por ciento) y uno superreducido (4 por ciento).

Con esta iniciativa Europa quiere que los estados tengan más libertad a la hora de fijar tipos estándar, reducidos o incluso nulos para este impuesto. La Comisión intenta cambiar así la legislación de 1992 y que está cargada de derogaciones que crean divergencias entre los diferentes países.

El Ejecutivo comunitario propone que además del tipo estándar de mínimo el 15 por ciento, los países puedan establecer dos tipos reducidos de entre el 5 por ciento y la tasa estándar que elijan, un tipo superreducido de entre el 0 por ciento y el tipo reducido escogido; y, finalmente, una exención de IVA (tipo del 0 por ciento).

Además, la lista actual de bienes y servicios a los que pueden aplicarse tipos reducidos se eliminará y en su lugar se creará una nueva lista de productos a los que siempre deberá aplicarse el tipo estándar (mínimo 15 por ciento). Entre los productos que dejarían de tener un IVA ventajoso aunque los países lo pidieran, estarían las armas, las bebidas alcohólicas, el tabaco, los productos relacionados con los juegos de apuestas, los metales preciosos, los smartphones, los electrodomésticos o los servicios financieros. Es decir, un estado miembro no podrá poner un IVA de menos del 15 por ciento a una botella de vino por mucho que quiera.

Esta propuesta debe ser negociada y aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo, formado por los 28 estados miembros para poder entrar en vigor.