Isabel Laguna

El Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger (FCAT) abre hoy su XV edición, una oportunidad para explorar el continente a través de las ochenta películas que se proyectarán en este certamen que pisa dos continentes.

"Los jóvenes africanos han cogido las cámaras, ha habido un relevo generacional y las mujeres no se han quedado a atrás", explica a EFE la directora del FCAT, Mane Cisneros.

Y esta edición del festival es reflejo de este nuevo cine africano desde mañana, cuando será inaugurado en Tarifa con la proyección de la película "I'm not a witch", de la debutante directora zambiana Rungano Nyoni.

La película, un cuento trágico que estuvo en el último festival de Cannes, cuenta la historia de una niña internada en uno de los campos de brujas que aún existen en algunos países africanos, es una de las cinco cintas de cineastas contemporáneas africanas que participan en la sección a concurso del festival, "Hipermetropía".

Desde mañana y hasta el 5 de mayo, el festival despliega simultáneamente en sus sedes principales, Tarifa y Tánger, y en otras aledañas, como El Puerto de Santa María y Cádiz, un total de 80 películas, en seis secciones: dos a concurso ("Hipermetropía" y "En Breve" y otras ciclos como "Afroscope", "En torno a Bouanani", "Afrodescendencias" y "15 años de FCAT".

De ellas dos son estrenos mundiales y treinta y seis serán estrenos en España.

Muchas no llegarán a las salas porque al cine africano le sigue costando entrar en el circuito comercial "como a todas las cinematografías que no parten de Hollywood o de Europa".

"Este año se han estrenado en salas españolas sólo cuatro películas africanas, nos gustaría que la lista fuera más larga, pero bueno, poquito a poquito", dice la directora del FCAT, una plataforma que sigue sintiendo la necesidad de visibilizar que "en África se hace cine, muy buen cine".

La responsable de este festival asegura que en los últimos años "algo se está moviendo", del lado de los cineastas africanos que cuentan historias que pueden "llegar" a más gente fuera de África y de fuera de África, donde el público empieza a "perder el miedo a entrar al cine para ver una película africana porque piensa que va a ser una mala película".

La revolución digital, como en todos los lugares, ha facilitado que los jóvenes africanos tengan más facilidades para hacer cine y para contar las nuevas realidades que viven en sus países.

A la cinematografía africana se ha unido la de la "afrodescencia", a la que el FCAT dedica este año un espacio especial dentro del festival.

Este ciclo reunirá a actores, actrices, músicos, periodistas y directores de cinco nacionalidades diferentes que viven en la diáspora en España o en Europa.

Entre los españoles estarán en el FCAT figuran los actores Silvia Albert, Armando Buika, Marius Makon y Will Shepard; las periodistas Lucía Mbomío y Djía Mambu, la cantante Astrid Jones y el realizador Santiago Zannou, único director español afrodescendiente ganador de un Goya.

Entre los internacionales estarán el realizador Newton I. Aduaka (Inglaterra-Nigeria), de quien el festival proyectará su primera película, "Rage"; el activista, productor, director y escritor Fred Kudjo Kuwornu (Italia- Ghana), de quien se verá la película "Blaxploitalian"; la actriz ítalodominicana Iris Peynado y el actor guineano afincado en Portugal Ângelo Torres.

Este ciclo "responde a una realidad que esta ahí y que durante años no se ha querido ver. Con él queremos dar visibilidad a la multiculturalidad que hay delante y detrás de las cámaras, con profesionales de origen africano que están encontrando su lugar".

"¿Por qué un actor negro tiene que representar sólo a un inmigrante en las películas cuando también hay inmigrantes que son abogados o ingenieros?", cuestiona Mane Cisneros.