La dramaturgia latinoamericana es de "una excelencia enorme", aunque poco conocida en España, pero ahora la Casa de América abre sus puertas a un ciclo de lecturas dramatizadas de alguno de los autores jóvenes más importantes de la región para darles visibilidad.

El ciclo que comienza mañana llevará al Salón de Embajadores de Casa de América, una vez al mes y hasta julio, cinco obras de otros tantos autores, bajo la coordinación del dramaturgo madrileño Guillermo Heras.

Un ciclo que se articula en cuatro criterios: son textos de este siglo, existe un equilibro entre países así como entre autores y autoras, y se trata de dramaturgos que son ya muy conocidos en sus países, explicó Heras a Efe.

El teatro, como el cine, las obras plásticas o la literatura latinoamericanas, "no tiene nada que envidiar" a nadie, pero no se hace lo suficiente para mostrar en Madrid "el músculo, el gran acervo que hay en este momento, tanto de dramaturgos como de coreógrafos o actores", de ahí la iniciativa de Casa de América.

En este primer ciclo, pues Heras espera que tenga continuidad, se realizarán lecturas dramatizadas y representaciones teatrales de autores de Argentina, Ecuador, Chile, Colombia y México.

El ciclo lo abrirá mañana "Riñón de cerdo para el desconsuelo" del mexicano Alejandro Ricaño, un autor joven "muy interesante" y de los más representados en su país, que llega a Madrid con una obra de "metateatro, llena de sentido del humor y teatralidad" en la que reflexiona sobre la emblemática "Esperando a Godot", explicó.

Coincidiendo con la Noche de los Teatros, el 7 de abril, llegará a Casa de América "Yo no estoy loca" del colombiano Fabio Rubiano, "uno de los autores fundamentales de la realidad latinoamericana", en la que reflexiona sobre la compleja realidad de su país.

Un mes más tarde será el turno de la chilena Lucía de la Maza, de quien podrá verse "Gertrudis o la prótesis", una obra "muy diferente a las anteriores, sobre una relación compleja entre una madre y un hijo".

El ciclo lo cerrarán una obra argentina y otra ecuatoriana que Heras tiene "prácticamente decididas", aunque aún está leyendo "cosas muy recientes para que sean lo más cercano posible a la realidad de los países".

El actual secretario técnico del programa Iberescena destacó que también se quiere contar en las lecturas teatralizadas con productores, actores y otros profesionales del sector que puedan interesarse por la producción posterior de alguno de estos textos.

Heras, Premio Nacional de Teatro en 1994, destacó "lo mucho" que le está costando hacer la selección de textos ante la variedad y calidad, y destacó la importancia de llevar a Madrid "lo más contemporáneo de lo que se hace en nuestros países, porque es lo que luego será memoria viva".

Autores que rondan la treintena y que llevan a sus obras "temas como la violencia, la xenofobia, la exclusión, el maltrato a la mujer, que tienen ahora un universo muy común y no se vinculan a lo folclórico de un lugar, sino a un imaginario de transformación social general".