"Los adioses", segundo largometraje dirigido por la cineasta mexicana Natalia Beristáin, rescata la vigencia aún hoy del discurso igualitario de la escritora Rosario Castellanos y muestra en la pantalla su difícil relación con el filósofo Ricardo Guerra.

El actor Pedro de Tavira, que interpreta a Guerra en su juventud, ha explicado en rueda de prensa que la película, presentada hoy en la sección oficial del Festival de Cine en Español de Málaga, "nace de la inquietud personal de la directora por los temas de la vida en pareja, el compromiso a largo plazo, ser mujer, ser madre y decidir ser una madre trabajadora".

Beristáin encontró el libro de Rosario Castellanos "Cartas a Ricardo", que recoge toda la relación epistolar entre ambos, y descubrió "una Rosario muy distinta al personaje histórico, una mujer falible, emocional y a veces sumisa, muy parecida a otras muchas mujeres".

En ese momento, la directora decidió "incorporar la historia de Rosario y de Ricardo y contar la vida de unos seres extraordinarios a partir de un lado humano", según De Tavira, que cree que la realidad no ha cambiado mucho.

"Lo que muestra la película no es muy distinto de lo que se vive hoy en día en México y en otros lugares. Se habrá evolucionado en cuestiones legales, pero en las relaciones diarias es tristemente muy cercano el discurso que muestra la película", ha añadido el actor.

"Los adioses" también incluye un discurso real que Castellanos pronunció a principios de los años 70 en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, titulado "La abnegación: Una virtud loca", que "al leerlo parece escrito hoy, tristemente".

"La película rescata la voz de Rosario, dolorosamente pertinente hoy, y conecta con el movimiento 'Me too' y con los escándalos de Harvey Weinstein, porque vivimos en un mundo corporativo liderado por varones", ha resaltado De Tavira, que ha apuntado que el 80 por ciento del equipo del largometraje eran mujeres "y eso se permea en la pantalla".

Sobre su personaje, considera que "está profundamente enamorado de Rosario, pero es un producto de su tiempo y de la educación que recibió, y es un gallo de pelea y un macho".

"Viene de un contexto social y el lugar donde creció él es muy distinto de donde creció ella", según el actor, que cree que la historia "muestra el lado humano de los personajes, y cada cual decidirá si la ama o si le quiere hacer daño".

A nivel personal, hacer este papel le ha llevado a una reflexión sobre cómo es "como hombre", y ha supuesto "una gran felicidad trabajar en una película como ésta y abordar un personaje histórico, con toda la responsabilidad que implica".

"No queríamos presentar a Ricardo como el malo y el verdugo ni a Rosario como la víctima, porque los dos son responsables de su relación", ha apuntado De Tavira, que espera que la película sirva también "para que se difunda la obra de Rosario y nazca un interés por leerla".