El director de ‘La Linterna’ destacaba que “ha muerto hoy un talento, seguramente después de Mingote, el siguiente genio del humor gráfico del último medio siglo en España. Forges era el vistazo a su viñeta. Y como cualquier artista unos días para unos y otros para los demás. Había reparto de sátira, desde la ironía y la ternura. También desde la acidez”.

Juan Pablo Colmenarejo ponía en valor “lo innovador de su lenguaje, algunas de sus palabras acabaron en el diccionario como muslamen o bocata. Sin duda que con su lápiz percutía e incluso a veces sin dejar prisioneros. Pero los chistes de Forges, 250.000 viñetas, eran los chistes de Forges sin más presentaciones. Era un genio. Con partidarios y detractores, como cualquier genio”. Concluía “una visión muy personal de la sociedad y la política española. Su Forgesporánea o su historia de aquí quedan para la memoria de la transición y de la democracia”.

En el análisis del director de ‘La Linterna’ también ha habido espacio para la marcha atrás de IFEMA sobre ARCO “la retirada de la obra de Santiago Sierra, 'Presos Políticos en la España contemporánea', fue decisión de la galerista pero por recomendación de la dirección de IFEMA, porque la polémica iba a eclipsar el resto de la feria. IFEMA ha cambiado de opinión, se ha disculpado. La obra, que ya se ha vendido, por 96.000 euros, la ha comprado, Tacho Benet, la mano derecha de Roures. Van a llevar el cuadro al Museo de Lérida donde estaban colgadas las obras del tesoro de Sijena. Aquí nadie da una puntada sin hilo”. Y concluye Colmenarejo, “hasta dónde puede llegar la libertad de expresión, porque que coloquen el rostro de independentistas, pues bien, que pongan lo que quieran, pero enaltecer terroristas o agresores a mujeres pues…una duda, al menos…pero como todo es provocación y hemos aceptado que el arte contemporáneo es provocación pues aceptamos mal gusto y ofensas a las víctimas”.

El director de ‘La Linterna’ ponía el foco en las negociaciones para formar gobierno en Cataluña “ no pasan por su mejor momento… es lo que tiene buscar una fórmula imposible, la que busca investir un president de “pega” en Waterloo y otro efectivo en Cataluña. Es el lastre de llevar pegado a Puigdemont, que algún momento tendrán que soltarlo”.