La Policía Local de A Coruña comienza a multar a las personas que ponen en peligro sus vidas y las de las demás por acercarse al mar. Ha impuesto cinco sanciones a otras tantas personas que se saltaron este martes el cordón policial de las playas, cuando estaba decretada alerta naranja en el litoral.

Entre ellas está una joven de 20 años, que se metió en el agua en Riazor la madrugada del martes al miércoles, y que tuvo que sacar del agua la Policía Nacional. Sucedió a la altura de Rubine, muy cerca de donde perdió la vida la ourensana Andrea hace poco más de una semana. La chica venía salir de fiesta y se metió en las olas, pese a la alerta naranja que mantenía acordonados los arenales. Sus propias amigas fueron las que avisaron al 091 y los agentes la retiraron, no sin esfuerzo, del agua. Fue trasladada a la Casa del Mar, pero también sancionada. 

Comportamientos irresponsables como estos conllevan sanciones de 200 euros por infracciones leves de la Ley de Seguridad Ciudadana. La multa podría llegar hasta 600 si hay reincidencia en la imprudencia.