Lo que mal empieza, mal acaba. Aunque el petardo de corrida de Juan Pedro al menos fue breve. Se presentía desde el mediodía cuando llegaron ecos de problemas de corrales. Mucho tardó en llegar el mail con los datos del sorteo. Mala espina con tanta espera. Lo presentido se cumplió después.

La corrida del hierro sevillano fue un muestrario de toros flojos, afligidos, sin entrega… nada de nada. De los cinco aprobados, ninguno mostró algún resquicio al que agarrarse. Ni los titulares ni el remiendo de Juan Manuel Criado.

'Esbelto' fue el toro de la confirmación de alternativa de Joaquín Galdós. Un toro de armónicas hechuras de Juan Pedro que sin estar sobrado de fuerzas en los primeros tercios, rompió a embestir con buen son en el de muleta. El peruano se mostró solvente y con el oficio aprendido. Dio distancia al toro en las primeras tandas, pero la más lograda llegó cuando en redondo le ofreció la media distancia. El toro humilló algo más y el torero pudo llevarlo más cosido a la muleta. Pero hasta ahí duró el animal. El espadazo, un pelín desprendido, acabó con rapidez con el toro.

No se dio mucha coba José María Manzanares con el primero de su lote. Anovillada la expresión del 'juampedro' y escaso fondo. Tras comprobar que el lucimiento iba a ser cosa difícil, el alicantino abrevió y firmó una estocada de las suyas. Se agradecieron ambas cosas.

Salió con ganas Cayetano a recibir a su primero. Cinco años sin aparecer por Las Ventas. Tuvo fibra el saludo a la verónica  y gustó la larga cordobesa de remate. Pese a la alegría del toro en la larga distancia, no pudo disimular si falta de fuerza. Esta se hacía más evidente cuando el torero le apretaba por abajo o le cogía más en corto. No despego nunca la faena.

Para completar un lote de bajas revoluciones, Manzanares sorteó otro animal de escasa raza y al filo de la invalidez. Ni el temple aplicado por el alicantino logró sustentar la faena. No había emoción, no había chispa. Todo demasiado fácil. Y eso en Madrid no casa con prender la llama en los tendidos. La estocada viajó esta vez a los bajos.

El quinto fue el remiendo de Juan Manuel Criado. Cambió el hierro pero no el encaste ni la misma tónica de sosería y superficialidad. Cayetano solo dejó una tanda templada y rítmica al inicio de faena. El resto fue toreo lineal, expulsando siempre al toro hacia afuera. Muchos toques a destiempo. Todo fue diluyéndose.

El sexto, con la tarde ya despeñada, no mejoró el panorama. No hubo fe. Ni el público en el toro, ni el torero en poder remontar la papeleta.

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FICHA DEL FESTEJO 

Madrid, 1 de junio de 2017. 22 de Feria. Lleno de 'No hay billetes'

Cinco toros de Juan Pedro Domecq, de correcta presentación. Con más kilos que trapío. Algunos con expresión anovillada. Todos igualados en su mansedumbre y falta de casta. Un remiendo de Juan Manuel Criado (5º), bajo de raza, manejable pero sin romper.

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José María Manzanares, palmas y silencio.

Cayetano, silencio y división al saludar tras aviso.

Joaquín Galdós, que confirmaba, saludos y silencio tras aviso.