El Barcelona y el Deportivo Alavés recibirán cada uno 19.301 entradas para la final de la Copa del Rey, que se disputará en el Vicente Calderón el próximo 27 de mayo. La decisión se ha tomado este viernes tras la reunión a tres bandas que mantenido ambos clubes con la Federación Española de Fútbol (RFEF), dirigida por Antonio Suárez Santana, presidente de la Comisión de Organización de partidos y titular de la Federación de Fútbol de Las Palmas, así como por la secretaria general, Esther Gascón. El Barcelona estuvo representado por Albert Soler, director de relaciones institucionales, y la delegación alavesista la encabezó su presidente Alfonso Fernández de Troconiz. El club catalán tendrá que sortear las entradas entre los abonados que deseen acudir al estadio madrileño, mientras que toda apunta a que el equipo vasco pueda repartirlas entre todos sus abonados, que rondan los 15.500. Por otro lado, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se ha reservado 11.280 entradas para el choque que arrancará a las 21.30 horas y que será uno de los últimos acontecimientos que tengan lugar en el estadio del Atlético de Madrid. Los precios de las entradas oscilarán entre los 60 y 80 euros en los fondos y los 90 a 240 euros en la zona de preferencia y el lateral del Calderón. Por otro lado, tanto la entidad albiazul como la blaugrana deberán confirmar con el Ayuntamiento de Madrid dónde ubican sus respectivas zonas de ocio para los aficionados de cada equipo. El conjunto albiazul baraja la opción de ubicar la misma en el parque de San Isidro, a 400 metros del Vicente Calderón, donde se instaló el pasado año la del Sevilla, mientras que la zona de aficionados del Barcelona se organizó en el Matadero.