El francés Arnaud Demare (Francaise) se mostró intratable al esprint en la segunda etapa del Dauphiné disputada entre Saint-Chamond - Arlanc, de 171 kilómetros, en la que el belga Thomas De Gendt (Lotto Soudal) mantiene el maillot de liderato.

En una recta interminable donde se produjo una dura batalla entre los velocistas, Demare, de 25 años, se mostró superior a todos sus rivales, a los que aventajó en una decena de metros, lo que le permitió festejar brazos en alto su sexta victoria de la temporada.

Con un tiempo de 4h.13.53, el ciclista galo, vencedor de la Milán San remo 2016, superó al noruego Alexander Kristoff (Katusha) y al también francés Nacer Bouhanni (Cofidis), impotentes ante el fulminante arranque del ganador.

Una jornada señalada para los esprinters en la que los favoritos, entre ellos Alberto Contador, Alejandro Valverde y Chris Froome, entraron sin complicaciones con el mismo tiempo, manteniendo sus puestos en la general, aún empatados en espera de las jornadas de montaña y la contrarreloj del miércoles.

Así que Thomas de Gendt no tuvo problemas para subir al podio a enfundarse el maillot amarillo que estrenó en la jornada inicial. Conservó las diferencias de 48 segundos sobre el francés Axel Domont (Ag2r) y el italiano Diego Ulissi (EAU).

Tenia la etapa cuatro puertos puntuables en los primeros 100 kilómetros, es decir, propicio para una fuga consentida que se pudiese anular en los 70 restantes, de perfil llano. De inicio, en la localidad de Saint-Chamond, donde nació el cuádruple campeón mundial de Fórmula 1 Alain Prost, se esfumaron Bouwman (Lotto-Jumbo), Brown (Cannondale) y Combaud (Delko Marseille), a los que se unió más tarde Lutsenko, en el kilómetro 92.

Un kazajo rudo rodador que destacó en categoría sub'23 con el título mundial en Verona 2012. Llegó el último a la fuga y fue el último superviviente en su rebelión contra el pelotón, que terminó echando abajo sus ilusiones a 3,5 kilómetros de meta.

Era difícil sorprender a un grupo plagado de velocistas ávidos de victorias. Los equipos dejaron ver sus intenciones, el Dimension Data volaba para Edvald Boasson-Hagen, el Bahrain para Colbrelli, el Katusha para Kristoff y no podía faltar la Francaise para su hombre bala, Arnaud Demare.

Excesiva maquinaria para un hombre solo, además con un final complicado con casi 4 kilómetros de recta y ligera subida en los últimos 700 metros. La llegada se desbocó por el control de la cabeza.

Katusha lanzó el órdago desde muy lejos, tanto que Kristoff se atornilló al manillar oliendo la victoria, pero Demare le pasó por la derecha a falta de 200 metros y ya no cedió. Un triunfo incontestable, con autoridad y clase. El ciclista de Beauvais ya cuenta con 40 triunfos de profesional.

La tercera etapa llevará al pelotón desde Chambon-sur-Lignon a Tullins, a través de 184 kilómetros.