El Liverpool fue el que más cerca se situó de su objetivo de regresar a la máxima competición continental. Dio un golpe de mano en el Rhein-Neckar Arena ante un rival que aspira a participar en el torneo por primera vez en su historia y que pudo cambiar la orientación del encuentro si el croata Andrej Kramaric no hubiera fallado un penalti a los doce minutos.

Los reds, finalistas hace dos años, aprovecharon su ocasión y pusieron el partido de su lado con un magistral golpe franco lanzado por el joven lateral Trent Alexander Arnold que se estrelló en el palo izquierdo del meta Oliver Baumann.

En el 74 amplió su renta el representante inglés con un disparo de James Milner que desvió Haavard Nordtveit para llevar la pelota a su propia portería. El gol en los últimos minutos de Mark Uth reabrió las esperanzas del equipo alemán, obligado a ganar en Anfield la próxima semana.

Por otra parte, un autogol del ghanés Kasim Nuhu en el tiempo añadido del partido del estadio de Suisse Wankdorf, dio el triunfo al CSKA Moscú, que limitó las opciones del Young Boys helvético (0-1).

El APOEL Nicosia, con los españoles Jesús Rueda y Roberto Lago en su once, superó al Slavia Praga con dos tantos en diez minutos marcados por el belga Igor de Camargo y Efstathios Aloneftis. El cuadro checo fue incapaz de meterse en el encuentro y despejar su panorama.

El Qarabag de Azerbaiyán complicó el panorama del Copenhague, que se ampara en el choque de vuelta para poder enmendar la derrota sufrida con el gol de Mahir Medatov (1-0).

El segundo choque también resolverá el enfrentamiento entre el Sporting de Portugal y el Steaua Bucarest, el único que terminó sin goles.