Durante la próxima semana se acabarán de instalar los últimos contadores, que en total son 633 y llegan a unas 1.000 personas, y después de las fiestas de San Pascual la aplicación para controlar el consumo de agua estará totalmente operativa.
De momento, y tal como destaca el delegado de Facsa en Vila-real, Rafael Ferrer, los vecinos del barrio ya se pueden dar de alta en esta app, que ayudará especialmente a controlar posibles fugas que a simple vista no son perceptibles.
Además, tanto la empresa gestora del servicio de agua como el consistorio han acordado la realización de reuniones en el barrio para enseñar a sus vecinos a usar dicha aplicación.
Por su parte, el edil de Servicios Públicos, Francisco Valverde, ha apuntado que se ha elegido este barrio para la experiencia piloto (que se alargará durante un año) ya que está en la media de tipo de edificios respecto a la ciudad, contando desde cocheras a viviendas unifamiliares o bloques de pisos.
Valverde ha apuntado que la primera inversión para la instalación de estos contadores inteligentes ronda los 127.000 euros.