El 2 de agosto se recibía una denuncia en la que un hombre manifestaba haber sufrido una estafa, ya que habían utilizado de forma fraudulenta su tarjeta bancaria. Al parecer, le habían cargado en su cuenta 31 cobros, de los cuales 30 eran para realizar compras en una conocida aplicación de comida a domicilio, ascendiendo en total a 440€. Con la investigación policial, los agentes averiguaron que todos los pedidos habían sido entregados en un domicilio de la Casalduch y un establecimiento comercial de la calle Benassal de Castellón.   Con la identificación del ahora detenido como el autor de las compras on-line, que resultó ser un cliente de la empresa de la víctima, pudiendo aprovechar éste hecho para hacerse con la información de la tarjeta, los agentes le localizaron y detuvieron como presunto autor de un delito de estafa. Este mismo hombre había sido investigado ya en el mes de marzo tras estafar 100 euros a su propio hermano, con el mismo modus operandi.