El punto más urgente es el referido al estado económico del Hospital. Según ha indicado la consellera de Sanidad, Carmen Montón, ahora mismo su deuda asciende a 30,1 millones de euros, lo que hace que se encuentre en quiebra técnica. Por ello, el Consell va a asumir dichos impagos para garantizar su continuidad, así como se realizarán durante la legislatura varias inversiones por un valor de 19,2 millones de euros.   Entre las mejoras previstas destaca la compra e instalación de un PET-TAC o una Gamma-Cámara, la puesta en marcha de la cámara hiperbárica que se encuentra desde hace años en el sótano del centro o la reforma de las urgencias y la sala de extracciones.   Eso sí, la principal obra llegará con la construcción de una nueva unidad oncológica, de cara a poder contar con una de las unidades de referencia a nivel nacional en este campo.   Otro de los puntos que va a marcar este proyecto es la puesta en marcha de un Plan Funcional, que mejorará la coordinación con el Hospital General y que conllevará la entrada del centro en la red autonómica de sanidad.   Esto podría suponer un cambio en su gestión, ahora mismo funcionando dentro de un Consorcio con participación del Consell y Diputación. Sobre ello, y muy especialmente respecto a la relación con la institución provincial, la consellera de Sanidad ha indicado que espera un mayor apoyo económico, ya que según ha denunciado su aportación real al hospital actualmente es nula. Así, Montón confía en que la Diputación sea un valor añadido y no un lastre.   La respuesta desde la Diputación no se ha hecho esperar. Su vicepresidente primero, Vicent Sales, tilda de cínica a Montón y la acusa de mentir respecto a la falta de financiación de la institución provincial. Sales pone como ejemplo las obras en la nueva unidad oncológica, que se están realizando con fondos de la Diputación.