Se trata de una misiva remitida por la Oficina de Promoción del Valenciano del consistorio municipal y que se titula “Benvinguts a casa” (“Bienvenidos a casa”).
El Ayuntamiento da la “enhorabuena por la etapa que empezáis en vuestras vidas” y señala que “queremos incidir en la importancia que tiene para nuestra sociedad las decisiones que adoptéis en referencia a su educación y, sobretodo, al idioma en el que le habléis”.
Continúa el consistorio insistiendo en que “es de vital importancia hablarle en nuestra lengua a vuestro hijo, aunque vuestra pareja tenga otra lengua materna”, a lo que añade que “es una ocasión perfecta para recuperarla y contribuir a deshacer el agravio cultural que hemos sufrido los valencianos”.
La Oficina de Promoción del Valenciano no solamente solicita que se priorice la utilización de la lengua valenciana, también que se valencianicen los apellidos o se utilicen nombres en valenciano y pide que se modifiquen lo que considera son apellidos castellanizados: Jordà en lugar de Chordá; Saragossà en lugar de Zaragozá o Cassany por Casañ.
Desde el Partido Popular, Begoña Carrasco que es su portavoz y quien ha revelado la carta, explica que "el PP no está en contra del valenciano y si de la imposición; defendemos la libertad, la normalización... lo normal es que cada uno llame a su hijo como quiera, en castellano o en valenciano: La cooficialidad que es lo que nosotros hemos defendido siempre".
Aunque hay en marcha una campaña de la Generalitat para promocionar el uso de la lengua valenciana y a la que se ciñen municipios como Benicàssim o Moncofa, el Gobierno valenciano se desentiende de la carta que remite el Ayuntamiento de Castellón y responsabiliza de ella en exclusiva al ejecutivo municipal dado que solo colabora con los consistorios y no organiza el envío de estos kits de bienvenida, según ha podido conocer COPE.