El partido animalista PACMA ha criticado hoy a la industria cárnica por su impacto "ambiental, sanitario y de maltrato" en España, "uno de los principales consumidores de carne en el mundo, con una media de 75,9 kilos al año", según su presidenta Silvia Barquero.

En un encuentro celebrado hoy en la facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid, Barquero ha animado a los estudiantes a "unirse al movimiento animalista" para fomentar la sensibilización en esta materia, un asunto que todavía considera una "asignatura pendiente".

La portavoz de PACMA ha criticado las "consecuencias ambientales" de la industria cárnica, como la emisión de gases de efecto invernadero, la deforestación para cultivar el grano con que alimentar al ganado o la contaminación de acuíferos por purines que "nos han convertido en el estercolero de Europa -ha dicho-".

Barquero ha precisado que "139 municipios catalanes ya no pueden consumir agua del grifo porque está contaminada por esos excrementos de las granjas" y ha condenado que "contaminamos las aguas, destruimos el planeta y maltratamos sistemáticamente a los animales, para producir alimentos que encima nos enferman".

En este sentido, ha señalado que "España es uno de los países que usa antibióticos de manera preventiva" para evitar enfermedades en la cabaña ganadera "a sabiendas de que, como ya ha avanzado la Agencia Europea del Medicamento, el aumento de bacterias superresistentes puede suponer un peligro sanitario a nivel mundial".

También ha criticado la "abrumadora" huella hídrica de las granjas industriales, puesto que "producir un kilogramo de carne de vaca precisa de unos 15.000 litros de agua, mientras que para un kilo de verduras se necesitan sólo 300".

Sin embargo, ha matizado que PACMA no pretende fomentar el consumo de agricultura ecológica, ya que "si demandamos una transición a un modelo alimenticio basado en vegetales no podremos abastecer a toda la población de proteínas ecológicas -ha afirmado-".

Barquero se ha lamentado además por la "falta de iniciativa parlamentaria" para afrontar las cuestiones animalistas y confía en lograr representación parlamentaria en un futuro próximo, aunque no en el seno de una coalición. "¿De qué sirve que algunos a título individual lleven estos asuntos a la agenda política, si luego se ven limitados a la hora de hacerlo?", ha planteado.

Finalmente, se ha quejado de que España llegara "tarde" a la ratificación del Convenio Europeo de Protección Animal, treinta años después de que el texto fuera aprobado por la UE y por tanto haya quedado, en su opinión, "desfasado".