Madrid es la única ciudad española de entre las grandes ciudades europeas que en los últimos años ha vivido episodios de alta contaminación en sus niveles de dióxido de nitrógeno atmosférico.

Así lo ha indicado el representante de Ecologistas en Acción Juan García Vicente al especificar el carácter "madrileño" de este problema frente a otros, como el nivel de contaminación anual, en que los puntos rojos se extienden a otras zonas de la Península.

Estas declaraciones han tenido lugar en el marco del foro de debate organizado por el Partido Socialista de Madrid en torno a la contaminación atmosférica y movilidad sostenible en la ciudad de Madrid.

La principal fuente de contaminación en Madrid radica en el tráfico, representando el 44% de las emisiones, según señaló el representante de la FMM en el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, Luis Haro.

Se trata, además, del sector en el cual las reformas son "más abordables", frente a otros como es el sector doméstico, que representa el 19% de las emisiones "pero más dependiente del desarrollo tecnológico y económico", en palabras de Haro.

En la práctica política, desde Ecologistas en Acción destacaron ejemplos como la 'Operación Gran Vía', que logró en el mes de diciembre un mínimo histórico de contaminación por dióxido de nitrógeno en la plaza del Carmen de Madrid para el mes de diciembre.

"No es verdad que se desplazase el tráfico a otras zonas de Madrid", sino que "se apreciaron menores niveles" de contaminación general, aprovechó el representante de Ecologistas para "desmontar"esta idea general.

Además de medidas como la restricción de transporte por zonas o el fomento del transporte público, el presidente de la Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS), Luis Jiménez destacó la necesidad de plantear un nuevo modelo de ciudad.

Se trata, según ha indicado, de "la ciudad compacta mediterránea", alejada del modelo "disperso anglosajón" en que el modelo madrileño se encuadra actualmente.

Este tipo de ciudad dispersa implica una necesidad de coger el coche que ha llevado a una situación en que "el ciudadano opta por el coche pese a conocer sus implicaciones" para el entorno y la salud.

Ciudades como Amsterdam, Nueva York, Hamburgo, Copenhague o Londres han puesto en marcha ya distintas medidas para reducir la incidencia del tráfico en sus niveles de contaminación.

Se trata de "un problema global" para el cual "no se trata de inventar demasiado, sino de escuchar" a profesionales, plataformas y organizaciones que "insisten y aportan datos" sobre la mala calidad del aire en Madrid, ha indicado la presidenta del PSOE y ex ministra de medio ambiente, Cristina Narbona.

Narbona ha llamado tanto a las administraciones en sus distintos niveles -municipal, autonómico y nacional- como al ciudadano de manera individual, a abordar este problema.