El Nantes francés, en el que militan los españoles Eduardo Gurbindo y David Balaguer, se convirtió en el primer finalista de la Liga de Campeones de balonmano al imponerse este sábado por 32-28 al París Saint Germain en la semifinal disputada en Colonia.

Un triunfo incomprensible sin la espectacular actuación del guardameta Ciryl Dumoulin en los últimos cuatro minutos de juego, en los que el cancerbero del Nantes impidió la remontada del París Saint Germain con sus intervenciones.

El Nantes tuvo muchos problemas ofensivos y vio cómo se diluyó la ventaja de hasta seis goles (20-14) de la que llegó a gozar al inicio de la segunda parte, hasta entrar en los últimos cuatro minutos con tan sólo un tanto (29-28) de diferencia en el marcador.

Los problemas se agravaron para el Nantes, en el que ejerce de segundo el español Alberto Entrerríos, con las exclusiones del lateral Romain Lagarde y posteriormente del pivote Nicolas Tournat, que le dejaron con dos jugadores menos sobre la pista.

Pero entonces surgió la figura de Ciryl Dumoulin con dos paradas consecutivas, la segunda de ellas a lanzamiento de penalti, al danés Mikkel Hansen, que hasta entonces no había fallado ninguno de los cuatro tiros que había intentado en la segunda parte.

Dos paradas a las que el guardameta francés añadió una tercera al joven extremo Benoit Kounkoud a poco más de minuto y medio para la conclusión que selló definitivamente el triunfo por 32-28 del Nantes, que disputará por primera vez en su historia la final de la Liga de Campeones.

Un gol del argentino Diego Simonet a falta de veinte segundos para la conclusión dio al Montpellier el pase a la final de la Liga de Campeones, en la que se medirá este domingo (18:00) con el Nantes, al derrotar por 27-28 al Vardar macedonio, vigente campeón, en semifinales.

El internacional argentino, que ya fue el autor del gol que permitió al conjunto francés eliminar en los octavos de final al Barcelona, volvió a demostrar su carácter ganador en una jugada en la que la responsabilidad pareció pesar a todos sus compañeros.

A todos, menos al 'Chino' Simonet, que, pese a haber fallado el único lanzamiento que había efectuado hasta entonces, no dudó en reclamar el balón y batir (27-28) a Strahinja Milic con un disparo a bote que se coló entre las piernas del portero serbio.

Un tanto que permitió al Montpellier, que llegó a contar con una máxima ventaja de tres goles (17-20) en el arranque del segundo tiempo, afrontar los últimos veinte segundos de juego con una diana de ventaja.

Tiempo que el Vardar, dirigido por el entrenador español Raúl González, no supo aprovechar para forzar la prórroga, tras ver cómo el montenegrino Vuko Vorozan, autor de seis goles, enviaba fuera el último lanzamiento

Un falló que impidió al técnico Raúl González, que el próximo año dirigirá al París Saint Germain, así como a Joan Cañellas y Jorge Maqueda, que jugarán la siguiente campaña en el Pick Szeged húngaro, pelear por revalidar el título de campeón de Europa que lograron el pasado año.