De esta forma la planta de Ávila dejaría de fabricar vehículos industriales a finales de septiembre de 2019, para comenzar a trabajar con los recambios de carrocería en 2020 a cuatro turnos. El 70% de los repuestos fabricados serían para Renault y el 30% para Nissan.
Este nuevo proyecto contaría con una inversión inicial por parte de Nissan de 40 millones de euros para la puesta en marcha de una línea de estampación, a los que habría que añadir subvenciones de la Junta de Castilla y León, aún por determinar, para la construcción de almacenes de distribución en el actual espacio del Cylg, unos almacenes que en principio albergarían 13.000 metros cuadrados que un futuro se ampliarían hasta los 35.000 metros cuadrados.
La intención de Nissan es mantener a la plantilla de 471 actual, si bien de Los Mozos ha señalado que es necesario crear “un marco laboral único para todas las fábricas de Castilla y León”. De Los Mozos no ha querido dar un plazo máximo a los trabajadores para que den una respuesta, si bien espera que en próximas semana pongan de manifiesto su decisión.
Por su parte desde el Comité de Empresa de Nissan ha asegurado que se trata de una mala noticia para la planta de Ávila después de 60 años fabricando vehículos. Su presidente Rubén Zazo ha manifestado que supone “una perdida importante de condiciones” que tienen que estudiar para negociar y tomar una decisión “entre todos”. Iván Zazo de UGT ha recordado que ahora podría estarse hablando de cierre de la planta, insistiendo en que si bien no es la solución que deseaban los trabajadores, al menos se trata de un plan industrial para la planta.