En 2016 Duro Felguera vivió la “tormenta perfecta” según su presidente, Ángel Antonio del Valle: por un lado varios proyectos internacionales sin cobrar y sometidos a costosos procesos de arbitraje que suman más de 400 millones de euros. Y, por otro, un fuerte endeudamiento que supera los 200 millones. La compañía negocia con los bancos una salida y confía en encauzar la situación entre este año y el que viene.
Para conseguir liquidez se barajan diversas opciones, desde una ampliación de capital a la entrada de un nuevo socio.
De momento la Junta de Accionistas ha aprobado las cuentas, que recogen un resultado negativo de 18 millones de euros, frente a las perdidas de 69 millones en 2015.
Pese a las dificultades, Duro Felguera ha conseguido firmar varios importantes contratos en los próximos meses y confía en resolver pronto su futuro.