Una empresa familiar, que por extinción de la misma, administran actualmente dos de los empleados, que prácticamente crecieron en este bar junto a los propietarios, que aunque ya jubilados, siguen estando muy cerca del lugar donde han dejado gran parte de su vida.
En la última etapa, vimos como desapareció la taberna primigenia, donde para ir al servicio habia que cruzar el patio donde estaba la Higuera que le da nombre. No obstante, la esencia remozada de lo que fuera el primer establecimiento, permanece en el nuevo local, que ya cumplió con creces el cuarto de siglo.
Los hosteleros, y tambien el Ayuntamiento han querido celebrar este aniversario, y le han hecho entrega a la familia de La Higuerica una placa conmemorativa, que han recogido emocionados.
Enhorabuena, y a seguir... otros cien más.