La charla coloquio la moderó la periodista Eva Peña, que en estos momentos se encuentra elaborando una tesis doctoral sobre el histórico torero. Junto a ella estuvieron Paloma Recasens Sánchez-Mejías y Yolanda Recasens Sánchez-Mejías, nietas del diestro.El sevillano fue un genio polifacético de su época, que como relataron sus familiares no se dedicó a la tauromaquia por ganar dinero, sino porque consideró que era la profesión de más riesgo. Esto demuestra su espíritu aventurero que también se pudo ver en las plazas.Ignacio Sánchez Mejías fue un personaje atípico a su época y entre sus muchas actividades fuera de los toros fue piloto, literario, jugador de polo, presidente de el Betis y hasta creó una guardería para los hijos de las mujeres trabajadoras.Hombre culto y muy unido a las letras, consiguió que uno de sus mayores legados fuera demostrar que la tauromaquia también era de intelectuales, y hasta el periódico estadounidense ‘New York Times” publicó una brillante entrevista con el torero.Las anécdotas sobre Ignacio Sánchez Mejías fueron el colofón final de cinco días en los que se han analizado la situación de la fiesta desde diferentes puntos de vista. Desde el lunes hasta ayer desfilaron por el escenario de Villaseca de la Sagra ganaderos, toreros, novilleros, comunicadores, etc.Además de la programación con las charlas coloquio, Villaseca de la Sagra también ha apostado por la exposición de fotografía taurina de Fernando Melera y Rafael del Álamo, que ha decorado las paredes del salón donde se han celebrado los diferentes actos.Las jornadas taurinas han llegado a su fin, pero la actividad taurina continúa en la localidad toledana, ya que hoy se celebra el primer tentadero clasificatorio de la ‘I Certamen Alfarero de Plata’.Villaseca de la Sagra ha demostrado que hace honor al lema de las jornadas: “En un pueblo si no hay toros no hay fiesta, y sin fiesta no hay pueblo”.