Los nuevos alcorques consisten en dos losas que rodean el árbol, adaptables a las dimensiones y ubicación de los árboles en cada alcorque, de manera que queda al mismo nivel de la acera impidiendo la acumulación de suciedad y eliminando prácticamente el gasto en mantenimiento.   Las primeras soluciones de este tipo se han implantado en la avenida Francisco Tárrega, entre las calles Ausiàs March y Torrehermosa, y la intención del departamento de Servicios Públicos es la de extender la colocación de las nuevas losas progresivamente por toda la ciudad, priorizando aquellas zonas donde se aplicó la combinación de grava y resina “y que se encuentran en un estado deplorable”. “Después de mucho tiempo de investigación y de comparar diferentes posibilidades, hemos dado con una solución que creemos va a ser definitiva para los alcorques, una solución made in Vila-real que a medio plazo va a suponer un ahorro significativo para la ciudad, ya que es una solución duradera y que prácticamente tiene mantenimiento cero, a diferencia de la grava y resina que se aplicó en la anterior legislatura que se ha demostrado un auténtico despilfarro y un fracaso”, argumenta Valverde. “No se trata de una anécdota o de un tema puntual, sino de un grave problema de limpieza y mantenimiento de la vía pública para el que, después de mucho trabajo y con la colaboración de una empresa local, hemos dado con una solución muy interesante y con sello propio que estamos seguros pronto comenzarán a utilizar también otros municipios”, señala el edil.   Valverde recuerda, en este sentido, que la aplicación de grava y resina, con un coste aproximado de 100 euros por alcorque, comenzaba a perder su adherencia a los dos años, provocando el desprendimiento de las piedras en la vía pública y obligando a su sustitución. Para ello, se han probado hasta el momento soluciones como dejar el alcorque con la tierra a la vista, una opción de difícil mantenimiento, o rejillas de metal que tampoco han dado el resultado deseado. La extensión de esta nueva solución de losas adaptables a las condiciones de los alcorques, combinada en algunos puntos con el uso de adoquinado, evitará definitivamente la acumulación de suciedad en una aplicación que garantiza también la oxigenación de las raíces de los árboles a través de una cámara de aire interna e impide el crecimiento de hierbajos, facilitando además la limpieza al estar al mismo nivel que la acera. “Es una solución que fabricamos nosotros mismos y que, por tanto, se adecua a la perfección a nuestras necesidades”, señala el concejal de Servicios Públicos.   Los nuevos alcorques tienen un coste aproximado de 150 euros por unidad, que el departamento espera abaratar más con el incremento de la producción. Se trata, además, de una solución de aplicación única y duradera en el tiempo, que se completará con una pátina de un líquido anti-ácido úrico para que los orines de los perros no la deterioren. La primera fase de implantación de estos novedosos alcorques, que se desarrollará hasta final de año, supondrá una inversión aproximada de 10.000 euros.