Vecinos, amigos y familiares de la niña de tres años desaparecida el miércoles por la noche mientras cenaba con sus padres en la terraza de un restaurante del municipio malagueño de Pizarra y que fue hallada muerta junto a las vías del tren, han dado el último adiós a la pequeña en el cementerio de la localidad malagueña de Alhaurín el Grande.

El cuerpo sin vida de Lucía fue localizado a primera hora de este pasado jueves a varios kilómetros del lugar de la desaparición, en concreto, junto a la línea de Cercanías, en un muro de la vía, ya dentro del término municipal de Álora.

La alcaldesa de Alhaurín el Grande, Antonia Ledesma, ha señalado que aunque en un principio estaba previsto que la misa funeral y el posterior entierro tuvieran lugar a las 17.00 horas de este viernes, a última hora de la noche se cambió a las 12.00 horas por deseo de la familia.

Los municipios malagueños de Pizarra, donde la niña se perdió y de donde es el padre; de Álora, en cuyo término municipal fue encontrado el cuerpo de la pequeña; y de Alhaurín el Grande, donde reside la familia y de donde es la madre, decretaron tres días de luto. Sus alcaldes han acudido al entierro para arropar a la familia, junto a muchos vecinos de la Comarca del Guadalhorce.

El alcalde de Pizarra, Félix Lozano, ha destacado que el pueblo "se volcó en la búsqueda de la pequeña" y que "los vecinos de Alhaurín el Grande y de Pizarra se han volcado completamente con la familia, que está destrozada y pasando un momento muy doloroso".