Monseñor Antonio María Rouco Varela está viviendo esta tragedia con 'el corazón partido'. 'Los accidentes, las desgracias, las muertes, no es la última palabra. La última palabra es la del Señor Resucitado que es la que hay que anunciar aunque sea con lágrimas y apretándote el alma, que es la que lleva consuelo a las familias de los fallecidos y a los heridos y todos quienes están sufriendo de manera directa este acontecimiento'. Monseñor Antonio María Rouco Varela que se encuentra en Brasil con motivo de la JMJ nos cuenta  que 'todos los que están aquí rezan por ello. El Santo Padre me llamaba ayer por la tragedia y todos los obispos lo sienten muhco y rezan por ello. Esta mañana han celebrado la misa por ellos'. 'Me uno a ellos en la oración y en el servicio y ayuda que podamos prestar espiritualmente, de todo corazón'.