Es el caso por ejemplo de un matrimonio de agricultores mayores quienes en la madrugada del pasado domingo fueron asaltados, maniatados y atacados por unos encapuchados para robarles en su casa situada en el término rural de Benicarló. El asalto se produjo sobre las 2 de la madrugada mientras dormían, tras forzar la puerta de entrada. Fueron inmovilizados y maniatados en dos sillas. Con objeto de descubrir donde guardaban dinero recibieron puñetazos y el hombre también resulto apuñalado en una pierna. No es la primera vez que les robaban y sufrían destrozos personales en su finca, aunque sí la primera en la que sufren heridas. La localidad de Albocàsser también ha sido objeto de robos durante los últimos días. Los transformadores eléctricos, maquinaria y herramientas en diversas granjas y en la planta de purines que no ha llegado nunca a funcionar han recibido la visita de los amigos de lo ajeno precisamente en una zona situada a escasa distancia de la prisión que en teoría debería contar con mayor vigilancia. Por ello, la asociación de agricultores ha remitido un escrito a la Delegación del Gobierno, que reitera el enviado el pasado 15 de enero y lo trasladado en persona en la Comisión de Seguridad en el Ámbito Rural del pasado 3 de marzo, donde especifica que hay un incremento anormal de los episodios de robos y actos vandálicos en las zonas rurales, con especial incidencia en las explotaciones agrarias. “Si bien estos hechos son graves, cuando estos actos conllevan la agresión brutal a personas indefensas y de avanzada edad como el último caso de Benicarló, se convierten en deleznables e intolerables y sobre los que hay que establecer todas las medidas posibles para evitar que se repitan”, señalan desde la Unió.