Los primeros minutos de cada parte, tarea fácil para el Unicaja de Málaga. Lo complicado, parece que es el mantenerse con el mismo ritmo durante el resto de minutos que dura cada mitad del partido. Pese a que el equipo, en el plano físico, presentaba mejorías. El nivel mental de poder ser regular en diferentes momentos del partido, es una cuenta que tiene pendiente el plantel de Repesa. Buenos contrataques, defensa fuerte, rebotes importantes, pero todo se vino abajo con las tres faltas personales de un Fran Vázquez que terminó el partido llevando gran peso en ataque. Las debandadas se sucedían durante el segundo cuarto. Algo que aprovechó inminentemente el equipo de Sasa Obradovic, que no desaprovechó la oportunidad para irse dos arriba a falta de pocos minutos para la conclusión del primer tiempo. Todo acompañado con la nefasta dirección del CB Málaga en ataque, que no conseguía dar con la tecla. El segundo periodo terminó siendo una peso muerto para los malagueños. 8 abajo a la conclusión de los primeros veinte minutos. La salida del tunel, para empezar el tercer periodo, fue algo que agradeció Unicaja. Insufló aire, que dio tranquilidad y equilibrio al descanso, saliendo al segundo tiempo con un parcial contundente. 4-14, dejando a los de Repesa con puntos de ventaja en el marcador. Era de agradecer viendo el mal encuentro de ambas escuadras. Los últimos minutos del encuentro, fueron un fiel reflejo del resto del partido. Sucesión de errores por cada equipo, que ninguno supo aprovechar para irse con ventaja en su favor. Pese a que el equipo local, acertó con varias acciones buenas de Djedóvic (mejor del partido con 20 puntos), que dejó al Unicaja pendiente de un hilo. Quedaban 39 segundos, posesión para los teutones, y sin Zoric en la pista. La expulsión del croata bajo la autoestima del resto. Pero supieron sobre ponerse con el empuje de hombres altos como Perovic y Fran Vázquez. El primero, que pese a recibir pocos balones y estar demasiado tiempo fuera de la zona buscando bloqueos, consiguió irse al banquillo con 9 puntos en su haber, y sobre todo con la sensación de una mejora considerable. El de Chantada por su parte, fuerte en los últimos minutos y varias canastas a cinco metros que dieron un poco de confianza para llegar tan sólo 1 punto en desventaja. 65-64 y con posesión. Tan sólo 15 segundos en el marcador, y la bola para Marcus Williams. Cualquier suma en forma de canasta dejaría en ventaja al equipo, a la espera que el desfase de tiempo no fuera favorable para los de Berlín. McWill, sacando su clase, dejando 'tirado' a Djedóvic, y con la suerte necesaria para tirar en los últimos momentos y que el balón vaya dentro, sacó a pasear su muñeca y tras un 'cross-over' magistral, dejó el O2 World de Berlín helado. La bola entró, y pese al mal juego en general, Unicaja de Málaga se va hacia Madrid con la sensación de que el Top8 no está tan lejos.