El caso fue hecho público por los responsables de salud pública del Gobierno aragonés en un reciente boletín epidemiológico para recomendar a la población no tener ningún tipo de reptiles en casas con menores de cinco años o con algún tipo de inmunodeficiencia.Los datos, aportados en la publicación científica y recogidos hoy en el Periódico de Aragón, indican que el menor fue trasladado la semana a un centro sanitario con un cuadro de gastroenteritis aguda, donde se detectó que el bebé estaba afectado por una subespecie de salmonella provocada por una bacteria en su intestino que se encuentra en reptiles y en pollos y huevos.La enfermedad, que no provoca la muerte si se aborda a tiempo con un tratamiento antibiótico de una semana de duración, provoca en el paciente diarreas, dolores abdominales intensos, vómitos y náuseas.El referido boletín argumenta que la exposición al reptil habría provocado el contagio de la enfermedad al bebé, por los expertos sanitarios recomiendan no adquirir tortugas a vendedores ambulantes, en internet o en tiendas de mascotas.También instan a sus propietarios a lavarse las manos con agua caliente y jabón después de tocar a la tortuga o al área de la casa en la que viven y se alimentan.